Como cada año, el día 15 de agosto es festivo nacional en toda España. Es uno de los pocos días del año que la mayoría de españoles tienen festivo y que además marca el cambio de quincena con el comienzo de las vacaciones para muchos ciudadanos.
Este día se celebra el conocido como Día de la Asunción de la Virgen que conmemora, según la iglesia católica, «la victoria de Dios en la Virgen María sobre la muerte» y el ascenso de la Virgen María sin morir, hasta el cielo donde se reúne con Jesucristo.
Se trata de una de las celebraciones más solemnes que tiene la iglesia ya que se celebra desde el siglo VII. En muchos puntos de España hoy están programadas actividades relacionadas con esta festividad que es una de las más tradicionales de España.
Además, este día comparte patrón en muchas localidades de nuestro país por eso, se calcula que más 1.000 fiestas patronales se darán cita este 15 de agosto en nuestro país.
Frases para el Día de la Asunción de la Virgen
La mayoría de frases para felicitar este día 15 de agosto tienen un carácter religioso en conmemoración de este Día de la Asunción de la Virgen:
«Dios os salve, María, Madre de Dios. En Vos está y estuvo todo la plenitud de la gracia y todo bien». San Francisco de Asís, fundador de los Franciscanos y devoto de la Virgen.
«Con la práctica fiel de las virtudes más humildes y sencillas, has hecho Madre mía, visible a todos el camino recto del Cielo». Santa Teresa de Lisieux, Doctora de la Iglesia y Patrona de las misiones.
«Cristo, el sol divino, estaba protegido por la nube, la Virgen María, y emitía sus rayos de oro, a través de los ojos y del semblante de su Madre. Sí, el semblante de María está lleno de todas las gracias, grato a los ojos de Dios y espejo para todos los hombres.». San Antonio de Padua.
«Nos has dado a tu Madre como nuestra para que nos enseñe a meditar y adorar en el corazón. Ella, recibiendo la Palabra y poniéndola en práctica, se hizo la más perfecta Madre», es una de las frases sobre María del Papa de la familia.
«La grandeza de María reside en su humildad. Jesús, quien vivió en estrechísimo contacto con ella, parecía querer que nosotros aprendiéramos de él y de ella una lección solamente: ser mansos y humildes de corazón». Santa Teresa de Calcuta
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