Anna Eleanor Roosevelt fue una de las líderes más influyentes del siglo XX. Su testimonio ha seguido a muchas mujeres para emprender nuevas luchas.
Sobrina del presidente Theodore Roosevelt (1858-1919), se casó con Franklin Roosevelt, su primo lejano. Es actualmente un modelo a seguir. La conocemos más a través de sus frases.
Haz lo que sientes en tu corazón que es correcto, porque será criticado de cualquier forma. Te reprocharán si lo haces y te reprocharán si no lo haces.
A menudo puedes cambiar tus circunstancias cambiando tu actitud.
Nunca he sentido que algo realmente importase, pero sí la satisfacción de saber que las cosas que apoyaste y en las que creías las habías conseguido de la mejor forma que habías podido.
La felicidad no es una meta, es un subproducto.
Las únicas cosas que se pueden admirar en detalle son las que uno admira sin saber por qué.
¿Cuándo serán nuestras consciencias lo suficientemente sensibles como para impedir la miseria humana en lugar de vengarla?
Tienes que aceptar lo que venga y lo único importante es que lo encuentres con coraje y con lo mejor que tienes para dar.
A la larga, damos forma a nuestras vidas y damos forma a nosotros mismos. El proceso nunca termina hasta que morimos.
No te preocuparías tanto por lo que otros piensan de ti, si te dieses cuenta de lo poco que lo hacen.
Si la vida fuera predecible, dejaría de ser vida, y sería sin sabor.
La amistad de dos personas es de fundamental importancia, ya que, sin el otro, uno no puede ser amigo de nadie más.
Nunca permitas que una persona que no tiene el poder de decir si te diga no.
Para manejarte a ti mismo, usa tu cabeza; para manejar a otros, usa tu corazón.
Haz lo que sientes en tu corazón para estar bien, serás criticado de todos modos. Te reprocharán si lo haces y te reprocharán si no lo haces.
Cuando la vida nos es demasiado fácil, debemos tener cuidado o quizá no estemos preparados para afrontar los golpes que tarde o temprano nos han de llegar. Seamos ricos o pobres.
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