Las milicias palestinas y el ejército israelí han intercambiado ataques en la madrugada de este jueves después de que soldados israelíes matasen en la víspera a 11 palestinos e hiriesen a más de 100 en una incursión en la ciudad de Nablus. Aunque la redada fue la más letal en el territorio ocupado de Cisjordania desde 2005 y la tensión ya era alta en la zona, los enfrentamientos son de momento limitados. Las milicias palestinas han lanzado un número relativamente pequeño de cohetes, seis, y los aviones de combate israelíes se han limitado a bombardear “un centro de fabricación de armas” en el centro de la Franja y “un complejo militar” en el norte, según ha precisado en un comunicado el ejército, que vincula ambos a Hamás. Israel considera responsable al partido-milicia islamista de todos los ataques que provengan desde la Franja, que controla desde 2007.
No se ha informado de víctimas en ninguno de los dos territorios. Cinco de los seis cohetes hacia Israel han sido interceptados por el sistema de defensa antimisiles Cúpula de Hierro. El sexto ha caído en campo abierto, sin causar daños.
Escuelas, universidades, bancos y comercios palestinos están este jueves en huelga general. Las facciones han llamado también a manifestarse frente a los puestos militares de control en Jerusalén Este y Cisjordania. Las Fuerzas Armadas de Israel han reforzado el sistema Cúpula de Hierro y la policía, su presencia en Jerusalén y otras localidades potencialmente conflictivas.
Una tienda en Ciudad de Gaza, cerrada en protesta por la redada en Nablus, este jueves.
MOHAMMED ABED (AFP)
Naciones Unidas y Egipto están mediando para evitar una escalada. El coordinador especial de la ONU para el Proceso de Paz en Oriente Próximo, Tor Wennesland, se ha desplazado a Gaza para reunirse con líderes de Hamás en Gaza a fin de intentar calmar la situación, según una fuente diplomática citada por la agencia Reuters. El mes pasado, dos atentados palestinos en la zona de Jerusalén ―uno de ellos, con siete muertos, el más grave contra israelíes desde 2011― siguieron a una redada similar (también de varias horas y a plena luz del día) con 10 muertos en otra ciudad del norte de Cisjordania, Yenín.
Tiroteo
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Al menos cuatro de los muertos en la incursión en Nablus eran civiles, según el Ministerio de Sanidad palestino. Hay, además, 102 heridos, siete de ellos en estado grave. Las fuerzas israelíes rodearon la vivienda en la que se encontraban dos milicianos y les exhortaron a rendirse. Cuando se negaron, se desató un tiroteo al que acudieron en ayuda otros palestinos armados. “Estamos en problemas, pero no nos rendiremos. No entregaremos las armas. Moriré como un mártir”, dijo uno de ellos, Islim Abu Baker, en una grabación difundida en las redes sociales.
Tres hombres armados de la misma edad, 24 años, perdieron la vida en el enfrentamiento, según el ejército israelí, que asegura que “estaban involucrados en ataques con armas de fuego” en Cisjordania y “en el planeamiento de ataques en el futuro inmediato”. En total, las facciones armadas palestinas han contabilizado como suyos seis de los abatidos. Una parte pertenecía a La Guarida de los Leones (Arín al Usud, en árabe), el nuevo grupo armado que ejemplifica la estructura descentralizada y local que prefiere la nueva generación de combatientes palestinos.
2023 ha arrancado como el año más sangriento en dos décadas, con 63 muertos palestinos y 11 en ataques contra israelíes (10 israelíes y una ucrania). Los dos últimos son un hombre de 30 años herido por fuego israelí hace dos semanas en Yenín, que falleció este miércoles en el hospital, según el Ministerio de Sanidad palestino, y una mujer que se acercó con un cuchillo a los guardas de seguridad a la entrada del asentamiento judío de Maale Adumim, según el ejército. Al no detenerse ante el alto, abrieron fuego contra ella.
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