La crisis comercial global desatada el martes, cuando el buque portacontenedores Ever Given bloqueó el canal de Suez, se agrava. Con la navegación suspendida desde el jueves hasta nuevo aviso, y ante la posibilidad de que la delicada operación para reflotar el barco encallado pueda demorarse días o incluso semanas, algunas navieras ya han comenzado a desviar sus barcos a través de la ruta que rodea África, pese a ser más larga y complicada.
El atasco en el canal de Suez aprieta a las grandes navieras. Y estas, ante la incertidumbre, ya se mueven y cambian las rutas de sus buques. “La perspectiva, como mínimo, es de 10 días de espera. Por eso a los barcos que están saliendo ahora desde Asia se les está dando otra ruta para no entrar en la cola de Suez hasta que no se resuelva el atasco”, explican fuentes de una de las grandes del sector. La Autoridad del Canal de Suez, dicen estas fuentes, trata de no perder tráfico futuro, y aseguran que cuando se reactive el paso circularán por el canal 85 barcos al día en lugar de los 50 habituales. Pese a ello, los clientes presionan a las navieras y estas eligen alternativas seguras.
Uno de los primeros barcos que ha optado por desviar su ruta ha sido el Ever Greet, un buque de carga operado por la naviera Evergreen, la misma que la del barco atrapado en el canal de Suez, según Michelle Wiese, una analista de transporte marítimo y editora de la empresa especializada en información sobre comercio marítimo Lloyd’s List. En la dirección contraria, la ruta de regreso a Asia, el primer megabuque que ha puesto rumbo hacia el cabo de Buena Esperanza para evitar el canal de Suez ha sido el HMM Rotterdam, al que se ha sumado después el HMM Dublin, según Wiese, que destaca que Hyundai Merchant Marine, una de las principales empresas de contenedores del mundo, parece ser la primera en desviar sus servicios.
La empresa alemana Hapag-Lloyd, que cuenta con seis buques bloqueados en el canal de Suez, también anunció este viernes que otros seis de sus barcos han sido redirigidos hacia la ruta africana. Además, la danesa Moller-Maersk, una de las mayores navieras del transporte de contenedores del mundo —cuenta con 22 barcos parados en el canal de Suez—, también ha desviado dos barcos por el cabo de Buena Esperanza, según confirmó un portavoz de la empresa.
El dilema para las navieras en este momento gira en torno al tiempo que estimen que el Ever Given va a permanecer encallado en el canal de Suez bloqueando su circulación en ambas direcciones. Si las empresas confían en que la operación se resuelva rápido, un escenario que cada vez parece más alejado, podrían decidir esperar. En cambio, si calculan que o bien se va a alargar demasiado o que la cola que está provocando la paralización va a ser demasiado larga, entonces podrían optar por rodear el cabo de Buena Esperanza, un viaje que, de media, toma unos 10 días más que el que cruza el canal de Suez.
Amenaza de los piratas
Por ahora, el objetivo de la operación de rescate liderada por la Autoridad del Canal de Suez pasa por dragar para eliminar la arena y el lodo de la zona de la proa del Ever Given, tarea para la que se han desplazado hasta el lugar tres dragas, según un comunicado del portavoz de la compañía Bernhard Schulte Shipmanagement, encargada de las cuestiones técnicas del buque.
También se está intentando reducir los niveles de agua en el espacio vacío de proa del buque y en la sala de la hélice de proa. A pesar de ello, todos los intentos de reflotar el buque han fracasado, de acuerdo con el mismo comunicado. Esta compañía avanza que el equipo se prepara para recibir otros dos remolcadores mañana, lo que sugiere que la operación se alargará. Según Lloyd’s List, ya hay 248 buques en cola esperando.
La opción de dar la vuelta por el cabo de Buena Esperanza, sin embargo, no parece viable para todos los barcos, solo para los grandes petroleros y grandes portacontenedores que tienen una capacidad de combustible suficiente como para hacerlo, según señala Soledad Álvarez, profesora y experta en negocio marítimo. En cambio, los buques más pequeños, que representan “un número importante”, no van a poder hacerlo o bien tendrían que parar en escalas intermedias a coger más combustible, añade Álvarez.
Otro aspecto que algunas navieras deberían contemplar en caso de desviarse por la ruta africana es la amenaza que representa para algunos buques la piratería, especialmente para los barcos que tengan que parar a repostar. En 2020, los incidentes de piratería en el mundo, 195, aumentaron con respecto a los 162 registrados en 2019, según un informe del International Maritime Bureau, que atribuye el incremento sobre todo al golfo de Guinea, donde se concentraron más del 95% de número de tripulantes secuestrados, así como al estrecho de Singapur.
A pesar de ello, la marina de Estados Unidos asegura que su comunicación con empresas navieras acerca de las preocupaciones en el ámbito marítimo de la región se ha mantenido constante y niega que haya habido un repunte en los últimos días. La comandante Rebecca Rebarich, portavoz de la 5ª Flota de Estados Unidos, aseguró a EL PAÍS que su diálogo con el transporte marítimo comercial en torno a amenazas como la piratería ha sido “continuo en los últimos días”. Portavoces de Maersk y Hapag-Lloyd también señalaron que no supone una gran preocupación.
Estados Unidos ofrece su ayuda a Egipto
EE UU ofrece apoyo a Egipto en las tareas para desbloquear el canal de Suez. La Casa Blanca dijo este viernes que está negociando con el país árabe para ver cómo podría ayudar “de la mejor forma” en los esfuerzos para reabrir esta infraestructura. Mientras, crece la preocupación por el daño que el atasco del Ever Given puede ocasionar en las cadenas de suministro globales. Según la aseguradora Euler Hermes, el cierre del canal puede costar entre 6.000 y 10.000 millones de dólares (entre 5.100 y 8.500 millones de euros) a la semana al comercio mundial.
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