¿Conoces la jerarquía de las necesidades humanas? El psiquiatra estadounidense Abraham Maslow propuso la Pirámide de Maslow dentro de la teoría sobre la motivación del hombre en el año 1943. Un escrito de gran repercusión que con el paso de los años ha alcanzado otros ámbitos como el de la publicidad o la educación. Esta mente prodigiosa es considerada por muchos como el padre de la fuerza humanista de la psicología universal, además de ser el creador de otra creencia de gran importancia: la autorrealización.
Maslow siempre se mostró muy interesado en el desarrollo y el potencial humano, desde el punto de vista más positivo. Su criterio defiende que las personas no podemos mantenernos estáticas mucho tiempo, por ello buscamos continuamente nuevas metas y propósitos. Para así mejorar y encontrar sentido a la vida. Sin embargo, no todos somos capaces de autorrealizarnos. Únicamente el 2% de la población llegará a su destino soñado, según los cálculos de Maslow.
¿Qué es la Pirámide de Maslow?
La hipótesis afirma que el ser humano, a medida que satisface sus necesidades más básicas, requiere de otras que cambian su comportamiento y aspiraciones. Estas solo aparecen cuando el objetivo anterior ha sido cumplido, así se genera una nueva exigencia. Maslow las organizó de manera piramidal, ofreciendo una representación gráfica de su teoría. Esta está compuesta por cinco niveles muy diferentes: necesidades fisiológicas, de seguridad, de amor, de reconocimiento y de autorrealización.
El sujeto no solo asciende en la pirámide, sino que también puede sufrir episodios de regresión y descender algunos niveles. Según los estudios realizados posteriormente, se ha comprobado que la pirámide de Maslow es un buen camino para alcanzar la felicidad individual. Y no solo eso, sino que también te ayuda a disfrutar más de la vida y a mantener relaciones sociales satisfactorias.
Niveles de la Pirámide de Maslow
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Necesidades fisiológicas
Estamos ante los requisitos más básicos del ser humano: respirar, alimentarse, beber agua, dormir… Son aquellas que nuestro orden biológico solicita de manera autónoma. Y que todo individuo suele cumplir.
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Necesidades de seguridad
Sentirnos seguros en nuestro entorno es muy importante para alcanzar la felicidad. El hombre no soporta vivir en un presente plagado de incertidumbre e inestabilidad. Todo lo contrario. Desea protección, dependencia y orden. En este nivel se encuentra el equilibrio económico y familiar, por ejemplo.
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Necesidades de amor
Esta altura recoge el efecto y la conexión con las personas de nuestro alrededor. El ser humano necesita sentirse parte de un grupo social determinado, para curar así cualquier mal relacionado con la soledad. Todos queremos casarnos, tener hijos, amigos, gente con la entablar una conversación…
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Necesidades de reconocimiento
Este nivel está vinculado directamente con el autoestima y la confianza. Aquí diferenciamos entre dos tipos de reconocimiento: el que procede de los demás y el que profesamos hacia uno mismo. En el primero estarían la reputación, la fama o el estatus social. Mientras que en el segundo hablaríamos de la independencia, la personalidad y el amor mutuo. Aunque parezca sencillo, estamos ante uno de los niveles más complicados de conseguir.
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Necesidades de autorrealización
Aquí finaliza la jerarquía impuesta por Maslow, al cumplir el potencial personal que nos hemos autoimpuesto a través de un hecho específico. Este es quizás el nivel más subjetivo de todos, pues cada uno encuentra la felicidad en un ámbito concreto: laboral, sentimental, familiar, espiritual… Para llegar a la autorrealización, debes alcanzar un punto de entendimiento y tolerancia hacia ti mismo. Quererte y valorarte por encima de cualquier cosa.
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