las novedades de una boda a punto de estallar

Crónica de una muerte anunciada o una relación abocada al fracaso. Dos títulos que podrían definir a la perfección la situación que está atravesando Tamara Falcó respecto a su boda. Para ella, siempre ha sido un año pasar por el altar de la mano del hombre que le conquistase el corazón y, aunque Íñigo Onieva lo estropeó todo, la marquesa de Griñón ha sabido perdonarle. Será el próximo 8 de julio cuando pongan el broche de oro a su historia de amor en el palacio El Rincón (eso si la vida no les vuelve a poner otra piedra en el camino).

Tamara Falcó e Íñigo Onieva paseando por Madrid / Gtres
Tamara Falcó e Íñigo Onieva paseando por Madrid / Gtres

Desde que anunciase su compromiso, la hija de Isabel Preysler ha tenido que hacer frente a una infidelidad -con posterior reconciliación-, al cambio de fecha de su enlace, a un esguince de tobillo, a los rumores de embarazo y ahora al portazo de Sophie et voilà, la firma encargada de hacer su vestido de novia. Pese a que la socialite ha confesado que desconocía este contratiempo (y que se ha enterado por la prensa), parece que la marca nupcial se lo dejó bien claro antes de comunicarlo públicamente: «Sentimos un profundo respeto por la creación artística de otros compañeros y nuestra ética empresarial nos impide traspasar ciertos límites que pondrían en peligro la autoría original del diseño». Le queda poco más de mes y medio para conseguir el diseño de sus sueños, con el que tanto ha fantaseado desde niña para pronunciar el ‘sí, quiero’. Pero es Tamara Falcó y esa tarea la tiene fácil: cualquier diseñador se rendiría a sus pies.

Tamara Falcó en 'El Hormiguero'. / Antena 3
Tamara Falcó en ‘El Hormiguero’. / Antena 3

Hasta la fecha, se desconoce quién será el o la encargada de este compromiso que mantiene en vilo a los medios de comunicación. Tanto es así que ni si quiera Cristina Reyes lo sabe, como ha comunicado a las cámaras de Gtres. «Yo estoy con ella como amiga», ha sentenciado, añadiendo que Isabel Preysler se ha tomado de la mejor manera este último revés en una de las bodas más importantes del año (y de su vida).

Las trabas

La primera piedra llegó con el cambio de fecha. La marquesa de Griñón decidió posponer la boda por el embarazo de Isabelle Junot, según ella misma confesó. Después salió a la luz el mal estado del palacio El Rincón y la presunta puesta en venta que se encargó de desmentir. Y, por su fuera poco, terminó filtrándose la lista de invitados, creando una polémica que la socialite no vio venir. Al parecer, se especuló con que los amigos y familiares tenían un tope de 150 euros, motivo por el que los novios decidieron dar explicaciones y mostrar que había regalos para todos los bolsillos.

Tamara Falcó e Íñigo Onieva en Bali / Instagram
Tamara Falcó e Íñigo Onieva en Bali / Instagram

Las novedades

Según ha informado Vanitatis, se desconoce si la colaboradora de El Hormiguero lucirá la diadema de los Montellano, que ha ido pasando de generación en generación. «Pesa un poco, pero es una maravilla y la llevaré como lo han hecho mis primas», confesó hace tiempo para el digital. Lo que sí han podido confirmar desde el medio es que llevará varias joyas de Tous, marca con la que ha diseñado varias colecciones. Además, también han podido confirmar que el cóctel estará protagonizado por el jamón de Guijuelo y que en el palacio habrá varios cortadores profesionales para los 400 invitados.


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