Corea del Norte es uno de los países más ricos del mundo, según el último informe que el Fondo Monetario Internacional publicó el pasado mes de abril. Esta riqueza no está ligada a la libertad de sus ciudadanos y, ni mucho menos, a que la pobreza de la sociedad coreana no sea una constante en comparación con su líder supremo Kim Jong-Un.
Una de las premisas del gobierno de Kim Jong-Un es separar al máximo posible su país de la sociedad occidental, sobre todo, la que más tiene que ver con el capitalismo y con la manera de vivir de las otras potencias del mundo como Estados Unidos, o gran parte de los países europeos.
Ante esto, es muy habitual que el líder de Corea del Norte, cada cierto tiempo, publique una serie de restricciones y prohibiciones a sus ciudadanos basadas en estar asociadas al mundo occidental.
No a los vaqueros
Según publica recientemente el medio internacional BBC, el líder de Corea del Norte ha prohibido prendas de vestir como los vaqueros, los piercings o los peinados que puedan ser considerados como «occidentales».
Estas normas acaban de entrar en vigor en el país, pero no son las únicas. De acuerdo con lo que publica el medio británico, el líder de Corea también habría prohibido a sus ciudadanos hablar como lo haría sus vecinos de Corea del Sur, además de importar material prohibido desde Seúl.
Estas prohibiciones vienen impuestas después de que el líder supremo expresara su preocupación en los medios nacionales ante el avance del «comportamiento desagradable, individualista y antisocialista» al que considera «venenos desagradables».
En esta misma línea, hace unos meses uno de los medios del país, controlado por el propio Kim Jong-Un, Rodong Sinmun, emitió un comunicado donde aconsejaba a los coreanos que debían «tener cuidado con el más mínimo signo del estilo de vida capitalista y luchar para deshacernos de ello».
Ya desde el verano pasado, Corea del Norte, en su lucha porque sus habitantes no se sientan identificados con el modo de vida occidental, prohibió las mascotas en las casas como símbolo de la «decadencia capitalista».
Liga de la Juventud
Para que estos nuevos decretos se cumplan, bajo pena severa por parte de las autoridades, la Liga de la Juventud Patriótica de Corea del Norte vigilará las calles de las ciudades y se convertirá en una especie de «policía de la moda». Se castigará entonces a aquellas personas que lleven vaqueros rotos, ajustados, pelos teñidos de colores y todo aquello que pueda parecer que ha llegado desde occidente.
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