«La lealtad se paga con lealtad». Esta es la lapidaria frase que preside la cuenta oficial en Instagram de Gustavo Guillermo y que-paradójicamente- da respuesta a absolutamente todas las cuestiones en torno a su figura. El concursante de GH VIP 8 no deja de ser noticia y no por su protagonismo en el concurso -que está siendo escaso- sino por el estallido mediático de un personaje que siempre ha estado en la sombra pero que nunca ha hablado claramente. El guardián de los secretos de María Teresa Campos ha amenazado en privado varias veces con sacar a la luz ciertas informaciones que comprometerían a las hijas de la veterana periodista a la que sirvió incasablemente durante más de tres décadas. Sin embargo, no hablará y Look sabe por qué.
Quienes conocen a Gustavo siempre le han informado a este medio de que cuando faltase María Teresa contaría toda la verdad que se ha callado durante años. Dejaban entrever sin dar sus nombres que Terelu Campos, Carmen Borrego, Alejandra Rubio o José Carlos Bernal podrían salir mal parados de algunas confesiones del chófer de la malograda presentadora. Sorprendentemente, la muerte de la matriarca no solo no ha traído consigo la liberación de Gustavo, sino que se ha mostrado más cariñoso que nunca con las hijas de su jefa. Y viceversa.
María Teresa Campos y su chófer, Gustavo en Madrid / Gtres
Carmen Borrego desveló en su debut en Así es la vida que «Gustavo ha sentido nuestro cariño, apoyo y amor durante todo el proceso y le hemos dado su sitio, lo hemos hecho de corazón porque así lo hubiera querido mi madre». Unas declaraciones que vienen a secundar las que realizó el concursante de GH VIP en su presentación en la casa, donde mandó un afectuoso beso a Terelu y Carmen. ¿Qué había cambiado?
Este digital ha podido saber en exclusiva que tan solo unos días después del fallecimiento de María Teresa Campos y antes de viajar a Málaga a depositar sus cenizas, tuvo lugar una conversación entre Gustavo y las hijas de la icónica presentadora en la que les transmite la necesidad de que estén tranquilas porque él nunca va a contar ni va a decir nada en contra de ellas o que les pueda perjudicar. En otras palabras, les promete silencio. De ahí se puede comprender por qué Terelu, Carmen y Alejandra se han mostrado seguras de que el chófer no va a hablar dentro de la casa de Gran Hermano.
Gustavo Guillermo a su entrada en ‘GH VIP 8’ / Telecinco
Sobre el porqué ha decidido cambiar de estrategia y mantenerse hermético, podemos asegurar que es una decisión de motu propio por parte de Gustavo Guillermo. No quiere fallar a la familia y siente que si arremetiera contra la familia estaría fallando a Teresa, quien para él era como una segunda madre. Ya saben, la lealtad se paga con lealtad. Es la lucha de un hombre que, si en algún momento pensó que iba a contar su experiencia vivida como uno más de las Campos, la desaparición de su gran mentora le ha dejado tan abatido que necesita procesar cuáles van a ser sus siguientes pasos.
«Gustavo está lleno de culpa y no se entiende»
Durante estas semanas, les hemos ido contando todo lo que se ha ido moviendo en torno a Gustavo. Lo más chocante fue la reacción adversa por partes de personas muy cercanas a él que no entienden el papel que ha adoptado. No comprenden que haya dado este paso atrás cuando lo tenía todo a favor para hacer su catarsis. «Tiene que ser valiente y quitarse la culpa porque es un hombre de medalla de oro. Lo que ha hecho por María Teresa no lo ha hecho nadie por ella. Ya es libre para hablar porque ella no está». Además, esperan una reacción por su parte: «De qué vamos a defender a Gustavo si el que se tiene que defender es él y no lo está haciendo. ¿Por qué tiene que tener vergüenza?», se quejaron en palabras a LOOK.
Gustavo Guillermo, en GH VIP / Redes
Mientras tanto, él sigue con su concurso, disfrazado dentro de la casa, algo que no ha gustado en su círculo más íntimo. Hasta hace unos días era su pareja, Ainhoa, quien lo defendía en el plató del reality de Telecinco, pero se agotó tanto que decidió dejar de hacerlo. Tal y como hemos podido saber, la novia del chófer «está mal», y en parte tampoco comparte las últimas decisiones de Gustavo. La pelota está en su tejado. Sobre si hablará o no en el futuro, solo lo sabe él. ¿Habrá lealtad eterna?
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