Los optimistas son impuntuales. Esto dice el último estudio realizado por la Universidad Estatal de San Diego en California (Estados Unidos) que ha sido recogido por la revista Human Performance. Los científicos han explicado que los pensamientos por lo general positivos hacen que uno siempre tenga tiempo suficiente para hacer muchas tareas, por lo que cuando se es muy optimista con el tiempo que se tiene termina en falta de puntualidad.
Para llegar a todas estas conclusiones, los investigadores han partido de la hipótesis de que ser impuntual forma parte de un rasgo más de la personalidad del individuo, por lo que contaron con la participación de dos grupos de personas, en uno se colocaron los que se veían a ellos mismos como optimistas y el resto en el segundo grupo.
Después de esto, han pedido a los voluntarios que contaran de forma mental un minuto. Los resultados de este experimento dejaron claro que el segundo grupo (los pesimistas), tuvieron una percepción casi exacta del tiempo. Los optimistas terminaron siendo «malos gestores del tiempo».
Los investigadores dicen que las personas optimistas llegan tarde a los compromisos al pensar que pueden hacer varias tareas. Una percepción irrealista y que hace que terminen siendo malos planificadores del tiempo siendo personas impuntuales natas. Nada que no se pueda solucionar con interés y esfuerzo.
Cada vez vemos como aparecen más estudios que quieren buscar explicaciones científicas a la impuntualidad crónicas de algunas personas, en el caso de la percepción alterada del tiempo que tienen algunos individuos. Aquí todo estaría relacionado con el optimismo.
Ese optimismo es bueno para la salud mental, pues prolonga la vida, se tiene menor estrés y el riesgo de enfermedades cardiovasculares es menor, aunque tiene el lado negativo a la hora de concertar citas o quedar con personas, pues será alto probable que lleguen tarde a las citas.
Mala gestión del tiempo
Este estudio dice que los optimistas como hemos podido ver, realizan una mala gestión del tiempo, siendo personas que dan más importancia a que la cita vaya bien, más que a detalles para ellos, sin importancia, como pueda llegar a ser llegar 10 minutos tarde a la cita.
En esta investigación destacan los matices que hay entre culturas, puesto que la puntualidad española es bastante menos estricta que en otros países como Alemania, donde llegar, por ejemplo 5 minutos tarde, se entiende como una falta de respeto importante.
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