El glaciar Thwaites, más conocido popularmente como el «glaciar del juicio final», está situado en la Antártida y desemboca en el mar Amundsen. Los expertos se muestran muy preocupados porque una investigación reciente ha hallado la existencia de varios canales subterráneos que podrían estar transportando agua caliente de los Océanos a la gran superficie de hielo. Si no se revierte este fenómeno, el glaciar podría colapsar, lo cual tendría consecuencias terribles.
El «glaciar del juicio final» tiene un tamaño de 192.000 kilómetros cuadrados nada más y nada menos, lo que equivale al tamaño de Reino Unido. Por lo tanto, si llegara a colapsar, el nivel del mar podría subir entre 60 y 65 centímetros.
Según este estudio, un conjunto de canales subterráneos transportan agua cálida del Océano, lo que está provocando que las capas inferiores del hielo se derritan. Si el deshielo no se frena, las consecuencias para el planeta Tierra podrían ser «catastróficas», tal y como advierten los científicos.
Sin embargo, los autores del estudio están muy orgullosos de haber averiguado la causa por la que se está derritiendo el «glaciar del juicio final». Ahora están trabajando en trazar mapas mucho más precisos y efectos de la región, incluso de los canales que a lo largo de 100 kilómetros transportan el agua de los Océanos hasta el glaciar.
La investigación empezó a principios de 2019. Desde entonces los científicos han examinado más de 2.000 kilómetros cuadrados de fondo marino, algo que era inviable desde el año 2002 ya que la capa de hielo era demasiado gruesa. Ahora, gracias a este estudio, la comunidad científica ha podido dar un gran paso en la lucha contra el incremento del nivel del mar.
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