Del desayuno siempre se ha dicho, que es una de las comidas más importantes del día. Y es que es gracias a esta primera comida del día que podemos llenarnos de la energía y nutrientes necesarios para afrontar la jornada. Sin embargo, muchas veces no sabemos qué elegir para acompañar nuestras tostadas, uno de los alimentos más habituales en el desayuno. ¿Es mejor la mantequilla o la margarina?. ¿Qué beneficios y riesgos tiene cada una de estas opciones? Para resolver estas dudas nada como hacer caso a la palabra de una experta.
Las tostadas, ¿mejor con mantequilla o con margarina?
Ha sido la nutricionista, Gloria San Miguel, graduada en Nutrición Humana y Dietética por la Facultad de Ciencias de la Salud Blanquerna de la Universidad Ramon Llull, la que ha explicado qué es mejor para desayunar y en concreto, qué elección es la adecuada: mantequilla o margarina en las tostadas.
En conversación con el portal Runnea.com, San Miguel explica que la mantequilla y la margarina son dos productos muy diferentes, tanto en su composición como en su elaboración. La mantequilla se obtiene a partir de la nata de la leche de vaca, mientras que la margarina se fabrica a partir de aceites vegetales sometidos a un proceso de hidrogenación. Esto implica que la mantequilla contiene principalmente grasas saturadas, mientras que la margarina contiene principalmente grasas trans.
¿Qué implica esto para nuestra salud? Pues bien, las grasas saturadas tienen una mala fama por su relación con el aumento del colesterol y el riesgo cardiovascular, pero no todas son iguales. La mantequilla contiene algunos tipos de grasas saturadas que pueden tener efectos beneficiosos para nuestro organismo, como los triglicéridos de cadena media o el ácido butírico. Estas grasas pueden mejorar nuestro metabolismo, nuestra flora intestinal y nuestra salud ósea. Además, la mantequilla es una fuente natural de vitaminas liposolubles, como la vitamina A, la vitamina D y la vitamina K2, que son esenciales para el funcionamiento de nuestro cuerpo.
Por otro lado, las grasas trans son las más perjudiciales para nuestra salud, ya que aumentan el colesterol malo (LDL) y disminuyen el bueno (HDL), favoreciendo la formación de placas de ateroma en las arterias. Además, se ha demostrado que su consumo está relacionado con un mayor riesgo de sufrir enfermedades como la depresión, el alzhéimer o el cáncer. La margarina es uno de los principales alimentos que contienen grasas trans, debido al proceso industrial al que se someten los aceites vegetales para solidificarlos. Aunque en los últimos años se han reducido las cantidades de estas grasas en las margarinas, siguen siendo superiores a las que encontramos en la mantequilla.
El problema de las grasas trans
Por lo tanto, lo más recomendable sería optar por la mantequilla antes que por la margarina, pero la dietista concluye que ambas opciones en cantidades moderadas se pueden tomar. Esto es debido a que esa grasas trans en la margarina no es que sean tan elevadas, como mencionamos, que en otros alimentos que sí que las llevan como las pizzas congeladas o la bollería industrial.
Por tanto dado que encontramos grasas trans en muchos más alimentos, para nada se aconseja que las tomes también a través de la margarina. Sin embargo, si cuidas la dieta y comes sano, no pasará nada como dice la experta, porque la tomes de vez en cuando.
Eso sí, otros expertos consideran que la mantequilla nos aporta más nutrientes y menos riesgos que la margarina, siempre que sea de buena calidad y preferiblemente ecológica. No obstante, también señalan que existen otras alternativas saludables para untar nuestras tostadas, como el aceite de oliva virgen extra, el aguacate o las cremas de frutos secos naturales. Lo importante es variar y disfrutar de un desayuno sano y delicioso.
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