Las transfusiones de plasma sanguíneo de donantes que han superado la covid no mejoran la supervivencia de los pacientes hospitalizados, según los resultados preliminares del mayor ensayo clínico del mundo, bautizado Recovery, en el que participan 180 hospitales del Reino Unido. Los investigadores reclutaron a casi 12.000 enfermos y a la mitad de ellos, además del tratamiento habitual, les administraron plasma sanguíneo rico en anticuerpos ya entrenados contra el coronavirus. El 24% de los pacientes había muerto al cabo de un mes en ambos grupos.
El epidemiólogo Martin Landray, líder del ensayo, ha recordado que “un enorme número de pacientes” en todo el mundo ha recibido transfusiones de plasma desde que se inició la pandemia. “Ahora queda claro que esa esperanza de mejoría no se corresponde con la realidad en los pacientes hospitalizados”, ha sentenciado Landray, de la Universidad de Oxford. El propio Donald Trump, entonces presidente de EE UU, anunció en agosto que este tratamiento experimental era “un avance realmente histórico en la lucha contra el virus de China”, que salvaría “incontables vidas”. Trump vendió como milagrosos los confusos resultados de un ensayo con 35.000 pacientes, dirigido por médicos de la Clínica Mayo, que no incluía un grupo de control —con enfermos que no recibieran transfusiones— para poder comparar a unos con otros.
El nuevo ensayo británico, realizado entre mayo de 2020 y enero de 2021, tampoco ha detectado que el plasma aumente el porcentaje de pacientes dados de alta al cabo de un mes, siendo alrededor de un 66% en ambos grupos.
“Este no es un tratamiento para alguien que está grave”, afirma el médico Fernando Polack
El médico Fernando Polack encabezó el año pasado en Argentina un ensayo con 160 enfermos que observó una reducción del 60% de los casos graves de covid en los pacientes tratados con transfusiones urgentes, nada más aparecer los síntomas. El equipo de Polack, de la Fundación Infant, fue a buscar a los enfermos, todavía leves, a sus propias casas. “El plasma es un recurso para frenar una enfermedad que apenas empieza a aparecer. Es como un seguro médico: lo tienes que tener cuando crees que no lo vas a necesitar. Ese es el secreto”, señala.
Polack echa cuentas. En su estudio en Argentina administraron plasma a pacientes que llevaban unos tres días con síntomas, un tiempo al que hay que sumar los cinco días habituales de incubación. Son ocho días con virus dentro del cuerpo. En el ensayo británico, un paciente podía acudir al hospital tras ocho días de síntomas y otros cinco de incubación. “Cuando estás hospitalizado es muy tarde. Este no es un tratamiento para alguien que está grave”, opina el médico argentino.
La búsqueda de tratamientos eficaces contra la covid está llena de fracasos, un año después de la declaración oficial de la pandemia. El fármaco más eficaz hasta la fecha es la dexametasona, un antiinflamatorio que reduce un tercio el riesgo de muerte de los pacientes más graves, según demostró en junio el propio ensayo Recovery. La combinación de dexametasona con tocilizumab —un fármaco contra la artritis reumatoide— disminuye hasta un 50% la mortalidad de los pacientes ingresados en la UCI. Eso es lo mejor que se ha conseguido hasta ahora.
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