Los principales fabricantes de armamento incrementaron sus ventas en plena recesión global. Las 100 mayores empresas globales de material militar elevaron sus ingresos un 1,3% en términos reales en 2020 respecto al año anterior, a pesar de la pandemia de coronavirus, según un informe difundido este lunes por el Instituto Internacional de Estudios para la Paz de Estocolmo (SIPRI). La cifra total de las ventas ascendió a 531.000 millones de dólares (470.000 millones de euros), después de seis años consecutivos de aumentos. El volumen comercial del centenar de mayores fabricantes de armas creció más de un 15% en el último lustro.
Estados Unidos mantuvo su hegemonía mundial: las 41 compañías de este país incluidas entre las 100 principales del mundo acapararon el 54% de las ventas totales el año pasado, con 285.000 millones de dólares (252.000 millones de euros), un 1,9% más interanual. Al igual que ocurre desde 2018, las cinco compañías principales son estadounidenses: Lockheed Martin, Raytheon, Boeing, Northrop Grumman y General Dynamics, en orden decreciente. La industria armamentística estadounidense atraviesa una ola de fusiones y compras, sobre todo en el sector espacial, resalta el SIPRI, que cita el ejemplo de Northrop y KBR.
La investigadora del SIPRI Alexandra Marksteiner señala en el informe que “los gigantes de la industria estuvieron ampliamente protegidos por la demanda sostenida de los gobiernos de bienes y servicios militares”. La experta agrega que “en muchas partes del mundo, el gasto militar creció y algunos gobiernos aceleraron pagos a la industria para mitigar el impacto de la crisis”.
A pesar de la subida generalizada, la pandemia hizo que algunas compañías sufrieran alteraciones en la cadena de suministro y retrasos en las entregas. Otras, como la francesa Thales, especializada en sistemas electrónicos, sufrieron caídas en las ventas por los confinamientos decretados en decenas de países.
Las cinco empresas chinas incluidas en la clasificación vendieron por valor de 66.800 millones de dólares, lo que representa el 13% del total y un 1,5% más interanual. El investigador Nan Tian explica en el informe del centro de estudios sueco que “las firmas chinas se han beneficiado de los programas de modernización impulsados por Pekín y del foco en la fusión militar-civil”, convirtiéndose en “unos de los más avanzados productores de tecnología militar en el mundo”. Las ventas de los fabricantes chinos no han dejado de crecer desde que el SIPRI comenzara a incluir en su informe anual datos de empresas del gigante asiático, en 2015.
La venta conjunta de las nueve compañías rusas entre las 100 primeras bajó un 6,5% anual hasta 28.200 millones de dólares, siguiendo la tendencia descendente iniciada en 2017, debido al fin del programa estatal de armamento y a retrasos provocados por la pandemia. Otros países cuyas empresas armamentísticas tienen una posición destacada son: Japón, Corea del Sur, India e Israel.
Veintiséis firmas europeas —sin incluir las rusas— figuran en la clasificación, con unas ventas totales de 109.000 millones de dólares, un 21% del total mundial. De estas, la británica BAE Systems es la única entre las 10 primeras, en sexta posición. Los países de la UE que cuentan con más empresas en la clasificación son: Francia (6), Alemania (4) e Italia (2).
Navantia se mantiene como la única compañía española entre las 100 primeras, bajando del puesto 78 al 84 y con unas ventas de 1.180 millones de dólares, un 10% menos interanual. Suecia, Polonia, Ucrania y Noruega también tienen una empresa armamentística entre las 100 que más ingresan globalmente.
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