Los fabricantes y vendedores de vehículos esperaban la congelación de la subida efectiva del impuesto de matriculación como un bálsamo a la caída de las matriculaciones de vehículos en el primer semestre del año. Esta entró en vigor el 12 de julio, pero sus efectos han sido nimios. Apenas se vendieron 83.900 vehículos en el séptimo mes del año, un volumen que supone una caída de 28,8% respecto a los datos del año pasado y del 28% respecto a 2019, cuando la covid-19 no había hecho todavía acto de presencia. Es el peor dato de un mes de julio desde 2014.
La directora de comunicación de Ganvam, Tania Puche. En vídeo, Puche explica cómo ha afectado el impuesto de matriculación a la venta de coches.
La contracción en el mercado del automóvil persiste respecto a las estadísticas precovid. Entre enero y julio se han vendido 540.732 vehículos, lo que supone un 33% menos que en 2019. Si la comparación se efectúa con 2020, cuando las ventas habían caído a niveles históricos por el estado de alarma y las medidas de hibernación de la economía, la diferencia es positiva, del 18%.
Las estadísticas elaboradas por las patronales de fabricantes (Anfac), de concesionarios (Faconauto) y de vendedores y talleres (Ganvam) siguen vislumbrando la desconfianza existente en el mercado. Apenas las empresas de alquiler de vehículos han aumentado sus ventas respecto a hace un año. Su demanda ha crecido un 15%, pero es un incremento insuficiente para equilibrar las estadísticas, ya que su peso es apenas una quinta parte del total de las ventas (18.019). El mejor termómetro de lo que está sucediendo en los concesionarios lo ofrecen los particulares: 35.653 vehículos adquiridos en julio, un 42% menos que hace un año. Las empresas matricularon otras 30.228 unidades en el séptimo mes del año, un 25% menos que en 2020.
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Los datos de julio son otro jarro de agua fría para las expectativas de las empresas del sector de la automoción. Ya solo esperan matricular este año en España 925.000 unidades. Ven cómo a la crisis del coronavirus se le han sumado otros obstáculos para recuperar las ventas en España, el peor mercado europeo entre los de mayores dimensiones: el fin del plan Renove que subsidiaba a los vehículos de combustión, el encarecimiento del impuesto de matriculación al cambiar la fórmula de contabilización de emisiones contaminantes y la incertidumbre económica.
Un elemento adicional se une a esta tormenta perfecta: la crisis por la escasez global de semiconductores y chips, que ha obligado a paralizar fábricas y que ya se está trasladando a los concesionarios con el retraso de entregas, que tampoco ayuda a los compradores a encargar nuevos vehículos. Anfac considera que la última mala noticia es “la confusión que producen en el cliente las propuestas maximalistas de la Comisión Europea”, que ha anunciado su intención de prohibir a partir de 2035 la comercialización de vehículos de combustión.
Por lo que respecta al tipo de motorizaciones, en julio se mantuvo la tendencia de los meses precedentes. El diésel, con apenas un 19% de las ventas totales, tiende a desaparecer del mercado, mientras que los vehículos a gasolina se hacen fuertes, con un 48,4% del total. Las motorizaciones alternativas (categoría que aglutina desde los eléctricos a los híbridos y los vehículos que utilizan gas) supusieron un 32,7% de las ventas en julio. Las emisiones medias de CO₂ por vehículo comercializado se situaron en los 125,8 gramos por kilómetro, un 6,3% menos que un año antes.
Faconauto considera que la caída continuada de las ventas empieza a dejar al sector en una situación “comprometida”, sobre todo por la afectación del canal de particulares, al no tener indicios de cuándo se podrá iniciar la remontada. Ganvam también insiste en el daño que hacen la desconfianza de los compradores. Esta patronal considera que la quinta ola de contagios en España ha jugado un papel relevante para situar al sector en la peor estadística de ventas desde julio de 2014.
Seat (8.066 unidades), Volkswagen (6.859) y Kia (6.456) son las marcas con mejores ventas en julio. El Dacia Sandero fue el vehículo con más éxito: se vendieron 2.623 unidades de ese modelo. Le siguieron los Seat Leon (2.527) y Arona (2.360), este último líder absoluto en el acumulado del ejercicio.
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