Las personas que consumen una dieta de estilo mediterráneo, en particular una rica en verduras de hoja verde y baja en carne, tienen más probabilidades de mantenerse mentalmente alerta en la edad adulta, muestra un estudio.
El estudio indicó que adherirse estrechamente a una dieta mediterránea se asoció con puntajes más altos en una variedad de pruebas de memoria y pensamiento entre adultos de 70 años.
“Comer más verduras de hoja verde y reducir la carne roja podrían ser dos elementos alimentarios clave que contribuyan a los beneficios de la dieta de estilo mediterráneo”, dijo la investigadora Janie Corley de la Universidad de Edimburgo.
Para el estudio, publicado en la revista Experimental Gerentology, los investigadores probaron las habilidades de pensamiento de más de 500 personas de 79 años y sin demencia.
Los participantes completaron pruebas de resolución de problemas, velocidad de pensamiento, memoria y conocimiento de palabras, así como un cuestionario sobre sus hábitos alimentarios durante el año anterior.
Más de 350 del grupo también se sometieron a una exploración cerebral por imágenes de resonancia magnética (IRM) para obtener información sobre la estructura de su cerebro.
El equipo utilizó modelos estadísticos para buscar asociaciones entre la dieta de una persona y sus habilidades de pensamiento y la salud del cerebro en la edad adulta.
Los hallazgos muestran que, en general, las personas que se adhirieron más estrechamente a una dieta mediterránea tenían las puntuaciones más altas de función cognitiva, incluso cuando se tienen en cuenta el coeficiente intelectual infantil, el tabaquismo, la actividad física y los factores de salud. Las diferencias fueron pequeñas pero estadísticamente significativas.
Los componentes individuales de la dieta que parecían estar más fuertemente asociados con mejores habilidades de pensamiento fueron las verduras de hoja verde y una menor ingesta de carne roja.
“En nuestra muestra, la relación positiva entre una dieta mediterránea y las habilidades de pensamiento no se explica por tener una estructura cerebral más saludable, como cabría esperar”, dijo Corley.
“Aunque es posible que existan otras correlaciones cerebrales estructurales o funcionales con esta medida de la dieta, o asociaciones en regiones específicas del cerebro, en lugar de todo el cerebro, como se mide aquí”, agregó Corley.