Por Diana Manzo
Oaxaca, Oax.- El machete es su aliado y lo porta sin miedo en su mano derecha para inhibir a la delincuencia, que ni la pandemia detiene en las calles del barrio La Noria en la capital oaxaqueña. Su nombre es Laura Estela Hernández y tiene 58 años de edad.
Los constantes asaltos, robos y peligros que representaba andar por las calles de este barrio considerado como uno de los más peligrosos de esta ciudad, la motivó hace 10 años a encabezar esta actividad que realiza de forma gratuita por el simple gusto de ayudar y proteger.
Durante 10 horas -de 6:00 de la mañana a 4:00 de la tarde- esta mujer realiza rondines con su machete por las calles de esta colonia donde viven más de mil personas. En la mano izquierda lleva consigo un tolete de madera y en el cuello su silbato, así ha logrado persuadir a los delincuentes y frustrar asaltos en esta zona céntrica de la capital oaxaqueña.
Laura es atrevida y no tiene miedo, está alerta a todo lo que acontece, avisa al vecino cuando la luz de su casa o de su auto queda prendida; también brinda acompañamiento a las jovencitas cuando circulan por la colonia para evitar que sean asaltadas.
Es madre de dos hijos. Mientras realiza la vigilancia, Laura realiza mandados y compras de sus vecinos y a cambio recibe un pago que destina para su sobrevivencia.
Cuando ve a una persona sospechosa o extraña dirigirse por las calles, los ahuyenta a no detenerse y seguir su camino. En su celular hay un grupo vecinal por donde informa todo lo que pasa y también tiene el numero de la policía municipal que lamenta no sea tan eficiente como hubiera deseado.
Esta mujer ha logrado parar la delincuencia, al menos en su barrio, y aunque para muchos es algo exagerado portar un machete, Laura dice que jamás lo usaría para violentar a nadie, porque su propósito es vivir en paz y armonía.
Las burlas y discriminación no faltan para esta mujer, pero no le importa, a veces una de sus amigas llamada Irene la acompaña en esta aventura.
Ella no busca reconocimiento ni diplomas, su intención es parar aunque sea en su barrio la violencia que todos los días crece y que afecta principalmente a las mujeres.
Después de las 4:00 de la tarde, Laura guarda su machete y se va a su casa, ya no se arriesga a caminar por las noches por lo peligroso que es, pero todo lo que ha construido en estos 10 años han dejado una enseñanza, ahora los vecinos son más empáticos y están mejor organizados.
De acuerdo al Semáforo Delictivo emitido por la autoridad, la ciudad de Oaxaca de Juárez se ubica en “rojo” en robo a negocios, extorsión , violencia y violencia familiar.
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