Katya Echazarreta, primera astronauta mexicana en viajar al espacio, recibió la llave de la Ciudad de México, como reconocimiento a su carrera y logros. Previamente se reunió con el presidente Andrés Manuel López Obrador y su esposa, Beatriz Gutiérrez Müller.
En encuentro con estudiantes, la joven de 26 años compartió un mensaje para inspirar a todas las niñas y mujeres. Contó que a los 7 años emigró a los Estados Unidos junto a su familia, donde tuvo la oportunidad de desarrollarse hasta ser la primera mexicana en visitar el espacio como astronauta.
Yo quiero dedicarme a ayudar a todas ustedes, a cada una de ustedes a que lleguen a ser lo que quieren ser, como mujeres somos muy fuertes, somos muy inteligentes, podemos hacer lo que queramos hacer y yo quiero que todas, que cada una de ustedes sepa que puede llegar a donde quiera llegar.
Dijo que a los siete años se fijó la meta de viajar al espacio y a lo largo de su vida estudiantil se dedicó a aprender todo lo posible sobre el universo. Narró que fue difícil entender las materias de astrofísica y electricidad, pero su fascinación y trabajo fuerte la llevaron a superar todas las barreras.
En su discurso, afirmó que maestros universitarios le dijeron que la carrera que eligió ‘no era para mujeres’ y que estaba desperdiciando el lugar de un hombre.
Me decían con palabras muy directas, palabras muy honestas, que estas carreras no eran para mujeres y que las mujeres no deberían estar ahí, me decían que yo estaba desperdiciando un lugar de un hombre que si se lo merecía.
Afirmó que todas esas descalificaciones fueron superadas con el trabajo diario y con la mentalidad de querer alcanzar su meta.
La jefa de gobierno de la capital, Claudia Sheinbaum, entregó el reconocimiento y afirmó que su administración trabaja en apoyar a todas las niñas y los niños para que puedan ser científicas, ingenieras o astronautas como Katya Echazarreta.
La esposa del presidente, Beatriz Gutiérrez, afirmó que la visita de Katya Echazarreta la puso muy feliz, porque representa el triunfo de una mujer.
No solo es el mérito de realizar tal viaje sino la preparación técnica, física y emocional que ha sido capaz de alcanzar. Cerca de ella, y esto es una fortuna, han estado sus familiares y amigos, en especial su mamá, Liliana González Pérez, orgullosa como cualquiera que ve a sus hijos e hijas lograr sus sueños.
El ejemplo que das es faro para muchas y muchos. Perseverar y lograr, pero también compartir y ayudar a otros al crecimiento profesional, es un acto de humildad que le corresponde a los grandes, como tú.
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