La monja colombiana Gloria Cecilia Narváez, secuestrada en Malí en 2017 por un grupo yihadista, ha sido liberada este sábado, según ha informado la Presidencia del Gobierno maliense a través de un comunicado. “Fue secuestrada el 7 de febrero de 2017 en Karangasso, en el municipio de Koutiala cerca de la frontera con Burkina Faso. La Presidencia de Malí reconoce el coraje y la valentía de la hermana”, asegura el comunicado, que explica que la liberación es “la coronación de cuatro años y ocho meses de esfuerzos conjugados de varios servicios de inteligencia”.
En el perfil de Twitter de la Presidencia de Malí se pueden ver tres imágenes de la monja, que es miembro de las Hermanas Franciscanas de María Inmaculada, tras su liberación, vestida con un traje amarillo y acompañada de un religioso y una autoridad militar maliense. Desde Colombia, Edgar Narváez, hermano de la monja, aseguró a France Press estar muy emocionado. “Acaban de confirmarme la noticia, la liberaron por fin (…). Gracias a Dios está bien de salud, me enviaron unas fotos y se ve bien. Está con un monseñor en Malí, no sé muy bien cuál monseñor porque apenas me dieron la noticia”, agregó.
Gloria Cecilia Narváez llevaba seis años como misionera en la parroquia de Karangasso, a unos 400 kilómetros al sur de Bamako, cuando fue secuestrada. Allí desarrollaba su labor junto a tres hermanas, sor Sofía y sor Clara también colombiana y sor Adelaide, de origen burkinés. Antes de Malí, la hermana Narváez había estado en Benín. Su última prueba de vida era una carta fechada el pasado 3 de febrero y escrita de su puño y letra que había sido autentificada por su hermano. Varios testimonios aseguran que en el momento de su secuestro ella misma se ofreció a sus captores en lugar de sus compañeras porque era la superior y la que tenía más edad.
En octubre de 2020 la ciudadana franco-suiza Sophie Petronin se refirió a la monja colombiana después de haber sido liberada, pues, según manifestó, habían pasado juntas casi todo su cautiverio. La trabajadora humanitaria aseguró que Narváez se encontraba con vida, pero alertaba de su frágil estado de salud y revelaba también que solo en una ocasión la religiosa sufrió malos tratos, cuando fue atada durante tres días después de que se perdiera durante un paseo.
Gloria Cecilia Narváez estaba en manos de un grupo yihadista vinculado a Al Qaeda y pasó la mayor parte del tiempo en distintos campamentos secretos en el norte de Malí, según el relato de la rehén franco-suiza. Los secuestros son una práctica habitual de los grupos yihadistas y bandas armadas en todo el Sahel. El último rapto de un ciudadano occidental, el periodista francés Olivier Dubois, tuvo lugar el pasado mes de abril en Gao, en el norte del país.
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