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Liverpool y Osasuna rinden homenaje a Michael Robinson


Para el Liverpool no hay partidos amistosos, ni aunque uno de los suyos, el recordado Michael Robinson, apareciera en las camisetas que Osasuna confeccionó para la ocasión y para homenajear a quien fuera delantero centro de los dos equipos que se citaron en Anfield. Con 40.000 personas en las gradas, como en la víspera en el empate frente a un competitivo Athletic, los futbolistas que dirige Klopp arrollaron al equipo de Arrasate, superado por el escenario, en el que se presentaba por primera vez en su historia (3-1).

Por eso y por el fondo de armario del que dispone el técnico alemán, que si el domingo presentó a los titulares, el lunes compuso otra alineación impresionante que durante setenta minutos aplastó a Osasuna, que cometió varios errores a las orillas del Arga primero, y del Mersey después. Junto al río que baña Pamplona, erró en el cálculo de las camisetas conmemorativas que podía vender y que se agotaron en una hora; en el césped del mítico estadio del Liverpool, cuando creyó que el equipo inglés bajaría el ritmo de su fútbol después de los primeros minutos.

Pero no lo hizo, por mucho que el programa de mano del partido hablara claramente de un friendly match, un amistoso, y de que en los minutos previos, la grada y los futbolistas aplaudieran durante un minuto en homenaje a Robinson, a quien el artista anónimo LKN recordó el viernes con uno de esos murales que aparecen de vez en cuando en las calles de la parte vieja de Pamplona con motivos osasunistas.

El Liverpool comenzó con un ritmo frenético y acabó igual. Desarboló a Osasuna por las bandas, especialmente por la izquierda en la primera mitad. Después de una gran ocasión de Minamino en el minuto 14, que se plantó ante Juan Pérez, que aguantó su embestida, anotó el japonés el 1-0 en un disparo que golpeó en Areso apenas unos segundos más tarde. No pasaba de medio campo el equipo navarro, presionado por el Liverpool, que marcó el segundo después de una acción al primer toque entre Tsimikas y Minamino que Firmino culminó a bocajarro. Antes del descanso el brasileño repitió, de nuevo a centro del japonés.

Los cambios mejoraron a Osasuna, pero no modificaron el talante de los reds, que siguieron a un ritmo inabarcable para los futbolistas de Arrasate. Perdió rigor la presión del Liverpool y los navarros se acercaron más a la portería de Kelleher. Kike García, el ex del Eibar, acortó distancias de cabeza a pase de Rubén en el 69, y tuvo un par de ocasiones más, sin que bajara tampoco el pistón de los ingleses, que pudieron anotar en varios acercamientos muy peligrosos ante la meta de Herrera, que se multiplicó entre los palos.

Acabó el partido con la lógica victoria inglesa, en un choque del que Michael Robinson habría disfrutado, porque si el Liverpool fue muy intenso, Osasuna, pese a su inferioridad, nunca se rindió.

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