PARÍS — Un fuerte incendio en una planta de sustancias químicas en la región francesa de Normandía ennegreció de humo una buena parte de la zona el jueves. Las autoridades cerraron escuelas y carreteras y pidieron a la gente que se quedara en sus casas. Los bomberos trabajaron durante horas y finalmente controlaron el fuego.
No se registraron heridos y se investiga la causa del incendio. El ministerio del Interior dijo que el fuego quedó controlado a primeras horas de la tarde, unas 12 horas después de que comenzó, pero todavía no estaba totalmente extinguido.
La planta afectada, Lubrizol, queda en la ciudad de Rouen y es una de las instalaciones industriales de mayor peligro en Europa. Forma parte de un sistema llamado Seveso que requiere que tales plantas tengan medidas adicionales de seguridad porque manejan sustancias químicas peligrosas.
El ministro francés del Interior, Christophe Castaner, acudió al lugar de inmediato. “No hay ningún elemento que pueda hacernos creer que el humo es peligroso”, afirmó a la radio RTL, pero las autoridades están tomando medidas de precaución y analizaban la calidad del aire mientras 200 bomberos contenían el incendio.
El administrador de la región de Sena Marítimo instó a la gente a evitar los desplazamientos no esenciales en la zona después de que se activó la alarma durante la madrugada en la planta. Los residentes de albergues para personas de la tercera edad quedaron confinados donde estaban.
Las autoridades cerraron escuelas en 11 pueblos aledaños y pidieron a los residentes que viven a unos 500 metros (550 yardas) a la redonda que se quedaran dentro de sus casas.
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El siniestro se propagó a dos compañías aledañas, de acuerdo con la administración de la región Nord.
La planta fabricaba aditivos para lubricantes y pinturas, y en su sitio web dijo estar comprometida “a operar todas sus actividades con plena seguridad para las personas y las mercancías, al tiempo que se preserva el entorno natural”. La compañía no hizo comentarios.
Las imágenes en la planta durante la noche mostraban llamas naranja y el sonido de explosiones. Después del amanecer seguían alzándose grandes columnas de humo negro y todavía se podían ver algunas lenguas de fuego.