Aunque en verano todos estamos pensando en disfrutar de las vacaciones en compañía de nuestra familia y amigos, también hay quienes aprovechan esta época del año para robar y engañar. Estas son las semanas del año con más desplazamientos por carretera, así que es importante no bajar la guardia para evitar ser víctimas de la conocida estafa del retrovisor.
Los Mossos d’Esquadra dieron la voz de alarma sobre ella por primera vez en 2017, y desde entonces se va repitiendo todos los veranos en las carreteras de nuestro país. El cuerpo policial ha publicado a través de su cuenta oficial de Twitter una serie de recomendaciones para no caer en la trampa.
Estafa del retrovisor
El protagonista es una persona que circula con su vehículo. Una vez elige a su víctima, simula que tiene un choque contra su vehículo. Por lo general, los daños afectan a alguno de los retrovisores del automóvil del estafador (de ahí su nombre), que ofrece a su víctima la opción de pagar la reparación al contado para evitar posibles penalizaciones por parte de la compañía aseguradora. Y es que, la prima del seguro del coche puede subir de media un 30% por un parte aunque el conductor no sea culpable del accidente.
Para salirse con la suya, el estafador suele ir acompañado de varios cómplices, quienes se encargan de poner nerviosa a la víctima para que se haga cargo de los gastos de reparación del retrovisor. Con frecuencia, la cantidad exigida es muy superior al coste real de reparar el retrovisor, ya que lo que buscan es ganar dinero.
Algunos conductores caen en la trampa y pagan la cantidad de dinero que les piden los delincuentes para no tener que dar parte a la aseguradora. El peor de los casos sucede cuando la víctima no tiene el dinero suficiente en efectivo y los estafadores le ofrecen acompañarle hasta un cajero. Sin embargo, se trata de otra estrategia para ver el número PIN y robar la tarjeta.
“¡Ni caso! Si tienes algún problema -añade el cuerpo policial- contacta con el 112”, advierten los Mossos en su perfil oficial de Twitter. En casi todos los casos los delincuentes eligen personas mayores porque son más vulnerables.
Por norma general, los estafadores son del sur de Francia y conducen un vehículo con matrícula extranjera. Incluso llegan a simular hacer una llamada a la aseguradora y contactan con un cómplice que se hace pasar por un trabajador de la compañía y ponen al teléfono a la víctima. Este supuesto empleado le convence de que pague en efectivo porque los trámites son lentos y conllevan una suma económica muy elevada.
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