El Barcelona de Ronald Koeman mostró sus intenciones en la pretemporada (nuevo sistema, más intensidad y grupo renovado) e ilusionó en el despertar de la temporada con las goleadas ante el Villareal (4-0) y Celta (0-3). Sin embargo, el conjunto azulgrana sufrió con la visita del duro Sevilla al Camp Nou (1-1). No levantó cabeza ante el Getafe, al contrario (1-0). El técnico holandés, en cualquier caso, no se muestra preocupado. “Sabemos la situación del club. Hay cosas que pasan fuera del campo en las que no podemos influir. Tenemos gente nueva, otra muy joven y es normal que haya momentos complicados. Somos optimistas. La mejor manera de pensar ahora es partido a partido”, se arrancó Koeman.
Insiste Koeman en que le gustaría contar con el delantero Depay en el próximo mercado, aunque reivindica el poder goleador de su equipo. “En cuatro partidos hemos hecho ocho goles. No sé cuántos equipos han hecho eso. No estoy preocupado. Tenemos suficiente calidad arriba para marcar”, dijo el preparador azulgrana. De los ocho goles que firmó el Barça, tres llevan el sello de Ansu Fati, dos fueron en propia puerta y los otros tres se los reparten Messi (de penalti), Coutinho y Sergi Roberto. Y el nombre de Griezmann, que la temporada pasada llegó al Barça a cambio de 120 millones, aparece en cada rueda de prensa. “Griezmann está trabajando bien. Podemos tener más rendimiento arriba y Antoine es uno de ellos. Es consciente de su situación y lo único que puede hacer es trabajar mucho para cambiar esto”, subrayó.
Koeman, durante el partido contra el Getafe.
Pero esta vez también apareció otro nombre en la mesa. “El rendimiento de Messi podría ser mejor”, alertó Koeman. Tras superar el confinamiento, Messi ha marcado siete goles (cuatro de penalti) en 19 partidos. Y, en los últimos siete duelos, no ha celebrado ninguna diana de jugada. “Pero”, aclaró Koeman, “veo a Leo feliz. Está entrenando bien, concentrado, quiere jugar y no tengo ninguna queja. También tuvo un poco de mala suerte con el balón al poste o la última ocasión [en relación del duelo ante el Getafe]. No tengo dudas sobre su rendimiento”. El holandés, por las dudas, insistió: “No estoy decepcionado con nadie. Todos intentan dar el máximo. Hay que mejorar cosas. Veo el equipo alegra, contento. No hay tiempo para estar tristes por la derrota. Nunca se puede estar decepcionado cuando los jugadores trabajan al máximo”.
Koeman, por ahora, no quiere pensar en el clásico del próximo sábado en el Camp Nou. Solo le preocupa comenzar bien la Champions, este martes ante el Ferencváros (21:00 horas). “Cada semana es importante. No es más importante que las demás. Mañana hay Champions, hay que empezar bien para tener tranquilidad. Nos preparamos para un partido complicado en casa”, dijo. Y se quitó el cartel de candidato a levantar la orejona: “No somos el máximo favorito, pero sabemos que podemos llegar lejos”.
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