Lo que le pasa a tu cuerpo si tomas agua con azúcar

¿Sabías que un simple vaso de agua con azúcar permite a tu cuerpo recuperar la energía perdida? Esto es algo que nuestras abuelas ya sabían en el pasado. De hecho el agua y el azúcar si se mezclan consiguen «revitalizar» un organismo cansado, pero ¿a qué se debe esto? Atento porque te explicamos a continuación, qué es lo que le pasa a tu cuerpo si tomas agua con azúcar.

Lo que le pasa a tu cuerpo si tomas agua con azúcar

Muchas son las personas que al sentirse cansadas  o si se han sometido a una dura sesión de entrenamiento recurren a las bebidas energéticas, caracterizadas entre otras cosas por tener un alto contenido de cafeína pero también, glucosa o azúcar. Bebidas que a la larga aportan no solo energía a nuestro cuerpo sino también calorías y un exceso de azúcar nada sano para nuestra sangre.

Sabemos que el azúcar en exceso es malo para el cuerpo humano. Y es que muchos de los alimentos que tomamos a diario llevan azúcar o su nivel de glucosa y no nos referimos a aquellos que son dulces .También las frutas, el pan de molde, los aliños y salsas, los zumos de frutas e incluso el tomate frito llevan azúcar por lo que todo ello se traduce en un «exceso» que si lo piensas es demasiado para que nuestro cuerpo lo soporte.

Pero entonces, ¿qué debo tomar cuándo me siento cansado o cuando salgo del gimnasio? Un simple vaso de agua con azúcar parece ser la solución más saludable y recomendada.

Piensa que los nutricionistas recomiendan que solo el 10% de todo lo que ingerimos a diario sea azúcar, de modo que tomarse una de esas bebidas energéticas podría hacernos superar (en demasía) ese porcentaje. Por ello desde la Universidad de Bath, en Inglaterra, cuáles eran los efectos sobre el cuerpo de un ciclista de este tipo de bebidas energéticas y una simple agua azucarada. El resultado, como esperarás, concretaba que, dada la absorción y descomposición de los elementos en el cuerpo, el agua con azúcar era mejor, más efectivo y sana.

El resultado del estudio demostró que las reservas de carbohidratos se mantenían de igual forma tras consumir ambos líquidos. El secreto que marcó la diferencia estaba en el tipo de azúcar que utiliza cada bebida. Las bebidas energéticas llevan glucosa o una mezcla de fructosa y glucosa. Por otro lado, el azúcar que usamos de manera diaria contiene sacarosa. Aunque las dos endulzan, el cuerpo asimila de manera diferente cada componente.

La cantidad de azúcar por cada vaso de agua

Gracias a la sacarosa, el agua con azúcar podría ayudar mejor a nuestro cuerpo a recuperarse, además de servir para que los niveles de glucógeno en el hígado sean los óptimos, además de mantenerse más tiempo sin que importe la intensidad del deporte o actividad que estemos realizando.

De este modo, beber un simple vaso de agua con azúcar nos servirá no solo para recuperar la energía perdida sino que además nos va a mantener mucho más tiempo en activo. Para ello, lo único que tienes que hacer es añadir 8 gramos de azúcar por cada 100 ml de agua. Y haciendo el cálculo, parece que si deseas tener  con energía para dos horas y media debes tomar 90 gramos de azúcar y su cantidad correspondiente de agua. Con ello  lograrás mantenerte hidratado y llenarás el cuerpo de energía.

¿De qué modo actúa el azúcar en nuestro cuerpo?

Para entender de qué modo nuestro cuerpo se llena de energía gracias al agua con azúcar, debemos saber cómo actúa la sacarosa al entrar en nuestro organismo. Lo que hace exactamente es descomponerse en moléculas que regulan el uso y los gastos de carbohidratos glucógenos. Estos son los que el cuerpo almacena en los músculos y en el hígado. Además, ayudan a mantener un buen nivel de glucosa en sangre.

En cambio la glucosa y la fructosa que encontramos en las bebidas energéticas se asimilan de peor manera por nuestro organismo. Tienen un efecto retardado sobre los glucógenos  y duran menos. De este modo, se produce una mala gestión de recursos por parte del cuerpo algo que resultará clave si por ejemplo nos encontramos realizando un duro esfuerzo físico o tal vez, estamos corriendo una maratón.