No cabe duda de que la vida de Miguel Bernardeau ha dado un drástico giro de 180 grados. Era hace tan solo unos meses cuando el actor ponía punto final a su relación con Aitana Ocaña. Un momento de lo más inesperado para sus seguidores, sobre todo teniendo en cuenta que la pareja había formado uno de los tándem más consolidados del panorama nacional. Sin embargo, y después de cuatro años de historia de amor, los dos artistas decidían tomar caminos separados, sonando con fuerza los rumores de que la ex concursante de Operación Triunfo habría rehecho su vida amorosa de la mano de Sebastián Yatra.
Lo que tal vez nadie podía llegar a imaginar es que ahora le tocaba el turno al hijo de Ana Duato. Al parecer, Miguel podría vuelto a creer en el amor de la mano de Violeta Sánchez, una deportista profesional especializada en el ámbito del surf, con nacionalidad portuguesa aunque residente en España, ya que es aquí donde trabaja de manera habitual. Pero, ¿quién es esta misteriosa chica que ha conseguido colarse en el corazón del joven?
Gracias a que tiene sus redes sociales abiertas, todos los fans de Bernardeau han podido conocer más detalles sobre la vida de Violeta, la cual demuestra a diario que su gran pasión es la de estar subida a la tabla de surf. Un gusto por el mar que habría heredado de sus progenitores hasta el punto de comenzar a aprender sobre el tema con tan solo cinco años. Diez años después ganó el Campeonato de España y consiguió el quinto puesto en Pro Junior Portugal WSL, habiendo pasado previamente por muchas eliminatorias hasta el punto de ganar a algunos de los surfistas más reconocidos a lo largo y ancho de Europa. Tal fue su éxito, que también pudo formar parte de la selección nacional para estar presente en eventos de gran calibre.
Como no podía ser de otra manera, Violeta sigue a rajatabla una rutina de entrenamiento especialmente intensa al ser deportista de élite. Es por ello que en su día a día está el de entrenar a diario y comer sano con el objetivo de mantener su cuerpo en línea y así poder hacer frente a todas las competiciones. Además, cuenta con una casa en la playa de Somo, Cantabria, para así poder practicar el surfeo a diario y no perder facultades de cara a las competiciones futuras.
Pero los hábitos saludables de Violeta no quedan ahí, ya que además de sumergirse en el mar, también aprovecha para entrenar en el gimnasio entre cuatro o cinco días a la semana, además de correr otros tres. Unos movimientos que demuestran que para la novia de Bernardeau la salud y su trabajo son fundamentales, y ahora son dos variantes que compagina con su incipiente historia de amor.