Ha pasado más de un año desde que Mila Ximénez perdiera la vida, víctima del cáncer que se le diagnosticó años antes. Aquella fue sin duda una de las peores noticias del 2021. La colaboradora de televisión era muy querida en su trabajo, en especial por sus compañeros de Sálvame, hasta el punto de que no pudieron llenar el enorme vacío que les dejó su muerte y los recuerdos a su figura son habituales. Kiko Hernández, Belén Esteban, Jorge Javier o Belén Ro fueron de los más afectados, por citar algunos.
Atravesado el duro momento de despedirse de ella para siempre, se puso encima de la mesa la herencia que iba a dejar la sevillana, cuya principal beneficiaria iba a ser su única hija, Alba Santana, la que tuvo con el tenista, Manolo Santana, también fallecido en 2021, unos meses después que Mila. Un durísimo trance para la hija de ambos, que a sus 38 años perdía a sus dos progenitores en cuestión de meses.
El legado de Mila Ximénez ya ha llegado a manos de su primogénita. Alba Santana cobró todo lo que le había dejado su madre. Fue el pasado mes de diciembre y lo logró tras pagar el impuesto de sucesiones. Mucho se ha hablado durante este tiempo de en cuanto se cifraba el patrimonio de la colaboradora de televisión. En un primer lugar se dijo que eran millones, pero la cantidad que ha ido a parar a las arcas de Alba ha sido de exactamente 557.525,91 euros, según informa la revista Semana.
Esta cantidad es el resultado de los inmuebles y del dinero en cuentas bancarias que tenía la fallecida, que en ningún caso asciende a los millones de los que se hablaba en algunos corrillos, una información desmentida por la propia Alba Santana. Fue el día 21 del pasado mes de diciembre cuando ingresó esta cantidad, apenas diez días después de ver morir a su padre. Sea como fuere, la herencia de Mila Ximénez ya está donde corresponde.
Al margen de lo económico, la sevillana dejó ‘la otra herencia’, que no era que su perrita Ova. Fue su fiel compañera durante los últimos años de su vida y a Mila le aterraba la idea de que ella muriera y su mascota se quedase sin dueño. Por eso, no paró hasta buscarle un nuevo y acogedor destino. Fue a parar a una familia con unos niños, en un ambiente de cariño y arropo. Curiosamente, Ximénez falleció pocos días después de que los nuevos dueños del animal vinieran a recogerla. «Parecía que quería esperar hasta ver con quién dejaba a Ova», dijo Marisa Martín-Blázquez en El programa de Ana Rosa.
Desde su muerte, Mila Ximénez ha sido homenajeada en varias ocasiones por sus compañeros, pero quizá no siempre de la manera más acertada, a juzgar por lo sucedido. El pasado mes de abril, Sálvame emitió una carta imaginaria que daba la sensación de estar escrita de su puño y letra ya que fue leída en primera persona. Una polémica por la que Terelu Campos alzó la voz para pedir disculpas en su nombre, en el de sus compañeros y en el del espacio vespertino de Telecinco.
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