A pesar de llamados de la autoridades mexicanas para cambiar nuestros hábitos, pareciera que estamos urgidos de que algo, que no sea el gobierno, nos saque de las calles, destaca El Financiero.
“Templo Mayor”, en Reforma:
“A propósito de decretos, tanto en laboratorios como en hospitales privados están esperando que, ¡a ver si ya!, la Cofepris asume el tamaño de la emergencia que vive el país. Y es que, según cuentan, en las aduanas están detenidos miles de reactivos para realizar pruebas de detección del coronavirus. Se supone que con las órdenes dadas por el Presidente, tendrían que liberarse los obstáculos burocráticos, pero hasta ahora el comisionado José Alonso Novelo Baeza sigue más interesado en la tramitadera”.
“Frentes Políticos”, en Excélsior:
“Al gobierno federal hay decisiones que no le van. Así que utilizar la fuerza pública para convencer a los mexicanos a seguir las recomendaciones es algo que dista mucho de su manual de buen gobierno. Hugo López-Gatell, subsecretario de Salud, así lo enfatizó en un mensaje a la nación: ‘No pretendemos militarizar la respuesta de salud pública, la atención de esta epidemia está basada en las disposiciones del marco legal vigente, no vemos necesidad alguna de suspender las garantías individuales’, comentó. ‘Apelamos a la sociedad a que, de manera voluntaria, adopte las medidas’. Es sencillo de entender: no quedarse en casa es arriesgar la vida. ‘Las garantías constitucionales permanecen y se respetan’, dijo. Voluntariamente es una palabra que todos los mexicanos comprenden. Nada interrumpirá la vida democrática de México. Nada”.
“La Feria”, de Salvador Camarena, en El Financiero:
“Covid-19 ha estado más de tres meses en las noticias estelares. México ha seguido en tiempo real los estragos que ha causado en China, pero sobre todo en Italia y España, países con los que nos unen muchos lazos y que registran muertes en cifras récord, un día sí y el otro también. A pesar de ello, y a pesar de llamados de la autoridades mexicanas para cambiar nuestros hábitos, pareciera que estamos urgidos de que algo, que no sea el gobierno, nos saque de las calles, de que alguien que no sean los voceros gubernamentales o los gobernantes, logre el milagro de que la gente se resguarde, incluso a costa de sus ingresos. Desde el sábado, el gobierno federal ha endurecido su discurso y demanda que los mexicanos se queden en casa. Hay incluso desde ayer disposiciones normativas al respecto”.
“Trascendió”, en Milenio:
“Aunque aclaró que ‘no es momento de atender el tema’, el presidente Andrés Manuel López Obrador salió al paso de la versión de Napoleón Gómez Urrutia sobre que ‘hay presión por imponer una visión empresarial a esta ley del outsourcing y dejar a muchos trabajadores sin seguridad social’, al asegurar que ya hay un avance importante y lo que sucede es que el senador está inconforme con lo que se propuso en el mismo Senado, en el Ejecutivo y en el sector privado. ‘Hay que hablar con él’, expuso el mandatario”.