La escalada de violencia en México ha centrado este viernes la conferencia matutina diaria del presidente, Andrés Manuel López Obrador, que ha tenido un encontronazo con el periodista mexicano Jorge Ramos. Durante la conferencia, Ramos cuestionó al mandatario sobre sus cifras de homicidio en los primeros tres meses de 2019 respecto al mismo periodo de 2018. López Obrador respondió que se ha controlado la situación y que, según sus indicadores, en las últimas semanas se está revirtiendo la tendencia al alza. “No estoy diciendo, que quede claro, que está resuelto el problema, sino que hemos mantenido los niveles que existían anteriormente o se revirtió la tendencia que traíamos sobre el delito de homicidio”, dijo el mandatario.
Situado en la primera fila, Ramos agradeció la gestión que el líder de Morena realizó cuando él y su equipo fueron retenidos unas horas por el régimen de Nicolás Maduro durante una visita a Venezuela en febrero. “Yo sé que usted no le quiere llamar dictadura a Venezuela, pero nosotros lo vivimos en carne propia”, indicó al comenzar su intervención. Tras la gratitud, comenzaron los cuestionamientos sobre el nivel de criminalidad en México. Ramos sacó a relucir los más de 8.000 asesinatos que se han registrado en México de enero a marzo de 2019, lo que supone un crecimiento de un 4% en comparación al mismo periodo del año pasado, según cifras oficiales de Secretaría de Gobernación. 2018 ya es el año más violento en la historia moderna del país con un total de 33.369 homicidios dolosos. “¿Qué va a hacer a corto plazo para que no maten a tantos mexicanos?”, interrogó el periodista afincado en Estados Unidos.
El mandatario rechazó el crecimiento argumentando que el promedio diario de homicidios ha bajado en algunos meses, incluso mencionó que en las primeras dos semanas de abril las estadísticas de asesinatos van a la baja. El líder de Morena añadió que la ola de violencia en México es un problema heredado de sexenios anteriores. “Nos dejaron un país con mucha violencia porque había impunidad y mucha corrupción, que ya no hay”. Ante la insistencia de Ramos sobre los altos índices de violencia, López Obrador explicó que, anteriormente, los presidentes delegaban la responsabilidad a terceros a diferencia de él, quien todos los días se reúne con integrantes de su Gabinete de Seguridad para conocer las estadísticas nacionales. “Vamos a resolver el problema. Nos va a llevar algún tiempo, pero ya empezó esta nueva política”, agregó.
El reportero de Univisión aprovechó la oportunidad también para cuestionar la política de “silencio” que López Obrador ha asumido frente a los comentarios de Donald Trump en contra de los migrantes mexicanos. Sobre este tema, el presidente mexicano indicó que no se va a pelear con el mandatario estadounidense, que no va a caer en provocaciones y que va a procurar una buena relación con el mandatario de Estados Unidos. Por último, Ramos defendió la libertad de prensa y aseguró frente al presidente que los reporteros tienen derecho a no revelar sus fuentes de información. Esta confrontación ha encendido las redes sociales, incluso entre los propios simpatizantes de López Obrador quienes reconocieron las preguntas de Ramos.
El debate sobre la estrategia de seguridad en México se posiciona a unas horas de la designación del general Luis Rodríguez Bucio como jefe operativo de la Guardia Nacional. Bajo esta nueva coordinación se prevé la partición del país en 266 coordinaciones territoriales, una estructura creada a modo para el despliegue gradual de la Guardia Nacional. La idea de López Obrador es destinar más o menos 500 guardas por coordinación, dependiendo de la conflictividad de cada una. Para 2021, ha dicho, la Guardia Nacional deberá contar con entre 120.000 y 150.000 efectivos.
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