Los aliados de Ucrania están reforzando y consolidando la coalición de los tanques con la que desde hace unos meses ayudan a Kiev a mejorar su capacidad blindada frente al enemigo ruso. Estados Unidos anunció este viernes en la base aérea de Ramstein, en el oeste de Alemania, que en breve empezará a entrenar a las tropas ucranias para que puedan usar sus modernos carros de combate Abrams. También Berlín, Varsovia y Kiev firmaron un acuerdo para poner en marcha un centro operativo para reparar los tanques Leopard 2 en territorio polaco y lo más cerca posible de la frontera con Ucrania.
Las tres capitales firmaron una declaración de intenciones al margen de la reunión del grupo de contacto de Ucrania, que incluye a 50 países que se coordinan para ayudar militarmente a Ucrania. La instalación, que podría empezar a funcionar a finales del mes que viene, hace realidad el cumplimiento de la ayuda prometida por la llamada coalición de los Leopard. Berlín, reacia al principio a enviar los modernos tanques de fabricación alemana al campo de batalla, siempre ha subrayado que no basta con suministrar los carros de combate: igual de importante es asegurar munición, piezas de repuesto y toda la cadena logística que permita mantener y reparar esta maquinaria de guerra extremadamente compleja.
“Hemos acordado crear un fondo común para financiar este centro, porque cuesta mucho dinero”, aseguró el ministro de Defensa alemán, Boris Pistorius, que calculó entre 150 millones y 250 millones de euros al año la factura del taller de tanques en Polonia. Una primera reunión de trabajo para poner en marcha la instalación se celebrará la semana que viene. “Todo el mundo ha dicho que está dispuesto a contribuir económicamente. ¿Qué demuestra esto? Nuestra determinación de resistir”, añadió. El centro garantizará que los Leopard 2A6 y 2A4, los modelos que ya han empezado a llegar a Ucrania, puedan repararse rápidamente, explicó el ministro. Algo que será necesario en previsión de la anunciada contraofensiva del ejército ucranio esta primavera.
La coalición de los tanques
Los primeros 18 tanques Leopard 2 alemanes llegaron a Ucrania a finales de marzo. Polonia, Portugal, España y Finlandia, entre otros, han enviado o se disponen a enviar unidades procedentes de sus arsenales. En paralelo, Alemania, Países Bajos y Dinamarca han acordado suministrar entre los tres un mínimo de 100 unidades de Leopard 1, la generación anterior, fabricada entre 1965 y 1985. Se trata de stocks industriales, que en muchos casos llevan décadas almacenados, que las empresas armamentísticas han empezado a restaurar por encargo de Berlín.
El secretario de Defensa estadounidense, Lloyd Austin, anunció también este viernes que los carros de combate Abrams, el equivalente estadounidense de los Leopard 2 alemanes, llegarán a Europa “en las próximas semanas”. Soldados ucranios podrán empezar entonces a entrenar para manejar estos tanques, considerados mucho menos adecuados para el conflicto que los Leopard 2 por su complejidad técnica. Lo harán en territorio alemán. El canciller alemán, Olaf Scholz, resistió durante semanas la presión de sus socios para que autorizara el envío de Leopard 2, y exigió que Washington ofreciera sus Abrams para que la iniciativa fuera concertada. Estados Unidos prometió finalmente la entrega de 31 carros Abrams, aunque avisó de que su funcionamiento y su logística plantean muchos más desafíos.
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Está a punto de cumplirse un año de la primera reunión del grupo de contacto de Ucrania, un foro organizado por Estados Unidos para proporcionar ayuda militar a Ucrania del que forman parte los miembros de la OTAN y otra veintena de países aliados. La de este viernes fue la undécima reunión, que acabó sin grandes anuncios, pero reforzando el compromiso de los miembros de seguir apoyando a Ucrania mientras sea necesario. “Este grupo de contacto comenzó desde un lugar de claridad moral. Vemos la guerra de Putin como lo que es: una guerra de agresión no provocada e indefendible contra un vecino pacífico, soberano y democrático”, señaló Austin al comienzo de la cita. “Más de un año después, Ucrania sigue firme. Nuestro apoyo no ha flaqueado. Y estoy orgulloso de los progresos que hemos hecho juntos”, añadió.
Los miembros del también llamado foro de Ramstein han proporcionado más de 55.000 millones de dólares (unos 50.000 millones de euros) en ayuda militar a Ucrania, 10 veces más de lo que prometieron cuando se reunieron por primera vez. Esas cantidades se han traducido en equipamiento y entrenamiento para formar nueve brigadas acorazadas, lo que “ha reforzado la posición de Ucrania en el campo de batalla”, subrayó Austin en referencia al consorcio europeo —del que también forma parte España—, que está facilitando tanques Leopard 2. El grupo también ha proporcionado sistemas de defensa antiaérea, como los Patriot enviados por Estados Unidos, Alemania y Holanda y los NASAMS de Canadá y Noruega.
“Nuestros esfuerzos comunes han supuesto una enorme diferencia para los defensores de Ucrania en el campo de batalla. Y ponen de relieve hasta qué punto el Kremlin calculó mal. Putin pensó que podría derrocar fácilmente al Gobierno democráticamente elegido de Kiev. Pensó que el resto del mundo le permitiría salirse con la suya. Pensó que nuestra unidad se resquebrajaría. Pero se equivocó en todos y cada uno de los aspectos”, incidió el secretario de Defensa estadounidense.
Austin agradeció el esfuerzo que han hecho algunos países, “rebuscando con profundidad en sus reservas”, para ayudar a Ucrania, y destacó que Estonia y Letonia han donado más del 1% de su PIB en material para Kiev. En esos esfuerzos citó también la iniciativa de la Unión Europea para aumentar la producción industrial de munición.
Estados Unidos ha proporcionado ya más de 35.000 millones de dólares en ayuda de seguridad a Ucrania desde que comenzó la invasión rusa. El último paquete, el número 36, por valor de 325 millones de dólares y anunciado esta misma semana, incluye más munición para los sistemas Himars, cartuchos de artillería de 155 milímetros y 105 milímetros y capacidades antiblindaje. Alemania es el tercer mayor donante, por detrás de Estados Unidos y Reino Unido, subrayó el ministro alemán durante una rueda de prensa.
Entrada de Ucrania en la OTAN “en el futuro”
Además de asegurar de nuevo a Kiev su apoyo inquebrantable, el foro sirvió para respaldar las aspiraciones de Ucrania de ingresar en la OTAN en el futuro. Los aliados dejaron claro, sin embargo, que el objetivo inmediato es ayudar al país a defenderse del agresor en el campo de batalla. Un día después de que el secretario general de la organización, Jens Stoltenberg, asegurara en una visita sorpresa a Kiev que “el lugar que le corresponde a Ucrania es dentro de la familia euroatlántica”, el ministro alemán consideró prematuro el debate. “No, Alemania nunca ha sido crítica con la entrada [de Ucrania] en la OTAN. Simplemente, hemos dicho que no es el momento de discutirlo. Y esa es la posición de los aliados de la OTAN en su conjunto, no solo ahora, por cierto, sino ya en Madrid”, aseguró, en referencia a la última cumbre de la Alianza, celebrada en la capital española.
“Todos prevén que Ucrania se convierta en socio de la OTAN en el futuro, pero aún queda mucho camino por recorrer. La tarea ahora es garantizar que Ucrania mantenga la ventaja en esta guerra y que la guerra termine en algún momento a favor de Ucrania. Si no es así, no habrá necesidad de discutir el ingreso en la OTAN”, añadió Pistorius, en términos muy similares a los empleados por Stoltenberg el día anterior.
Aviones de combate para Ucrania
El ministro alemán no cree que los aviones de combate del ejército alemán sean adecuados para su uso en Ucrania. “Tanto nuestros Tornados como los Eurofighter tienen habilidades completamente diferentes de las que se necesitan ahora en la situación de combate que tenemos en Ucrania”, aseguró, a preguntas de los periodistas. “Este es el primer argumento. El segundo argumento es que a los pilotos ucranios les ayuda tener aviones que puedan pilotar rápidamente, que pueden ser mantenidos in situ, con tecnología que les sea familiar”.
Kiev lleva tiempo exigiendo la entrega de aviones de combate modernos, los que emplean los ejércitos de los miembros de la OTAN. De momento, Polonia y Eslovaquia han entregado aviones de combate MiG-29 de diseño soviético a Ucrania, donde ya se habían utilizado, de forma que los pilotos no necesitan ningún entrenamiento especial. “Añadir aviones ahora aumenta el reto de la formación. No es tan sencillo como cambiar de un coche de alquiler a otro. Lleva mucho tiempo. Y como he dicho, a eso se añaden el mantenimiento y las reparaciones”, insistió el ministro alemán.
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