En plena pandemia del coronavirus, parece que hay personas que desoyen la recomendación de las autoridades sanitarias de mantener la distancia de seguridad. A principios de esta semana medio millar de personas se congregaron en las puertas de un supermercado Lidl en la localidad francesa de Orgeval. ¿La razón? El establecimiento ofertaba la Play Station 4, cuyo precio de venta es de 300 euros, por 95 euros.
A partir de las 8:30 la tensión empezó a crecer por momentos y finalmente la tienda decidió no abrir. Había personas que llevaban haciendo cola desde las 22:00 horas de la noche anterior, así que la decisión no sentó nada bien y se generaron varios tumultos.
Lidl sólo iba a poner a la venta 45 consolas para las 500 personas que querían hacerse con ella. Los empleados del supermercado se vieron obligados a llamar a la policía para que se hiciera cargo de la situación. 50 agentes acudieron hasta el lugar, donde controlar a la multitud no fue nada sencillo. Finalmente tuvieron que disolver a la multitud en Lidl con gases lacrimógenos, y establecer un cordón de seguridad.
Sólo unas horas más tarde el supermercado anunció que la oferta se había cancelado para evitar más incidentes de este tipo. Además, Lidl se disculpó en redes sociales por lo sucedido, y por no haber tomado las medidas de higiene y seguridad necesarias para garantizar la compra de la consola.
Este tipo de disturbios a la entrada de supermercados y superficies comerciales no es nada nuevo. Hemos sido testigos de numerosos incidentes en fechas señaladas como el Black Friday. Sin embargo, ahora, en plena pandemia del Covid-19 llama mucho más la atención hasta dónde pueden llegar algunas personas por una oferta como la de Lidl.
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