Más de una docena de ciudades chinas están lidiando con una serie de brotes de covid-19 impulsados por subvariantes de Omicron, lo que provoca cierres generalizados y cuarentenas masivas de millones de personas que podrían empeorar la economía en recesión de China.
Apenas unos días después de que la economía de China informara su peor desempeño trimestral en más de dos años, los funcionarios no han mostrado signos de abandonar la política de “cero covid” que ha trastornado la vida social y económica del país. Los brotes han sido relativamente pequeños, como máximo unos pocos cientos de casos en la mayoría de los lugares. Pero los funcionarios chinos, siguiendo las órdenes del líder del país, Xi Jinping, están haciendo todo lo posible para acabar con los brotes poco después de que surjan.
Aproximadamente 264 millones de personas en 41 ciudades se encuentran actualmente bajo bloqueos totales o parciales o viven bajo otras medidas, escribieron analistas de Nomura, el banco japonés, en una nota el lunes. La semana pasada, la cifra fue de unos 247 millones en 31 ciudades, dijeron.
El martes, la Comisión Nacional de Salud de China informó 699 nuevos casos de infecciones de transmisión interna, incluidos casos en Beijing, la capital. Alrededor de un tercio estaban en la provincia occidental de Gansu, donde las autoridades de la capital provincial, Lanzhou, extendieron un cierre temporal para algunos de los cuatro millones de residentes.
Los expertos dicen que la política de “covid cero” de China será cada vez más difícil de mantener a medida que las nuevas variantes del coronavirus se vuelvan más transmisibles. China ha detectado al menos 10 subvariantes diferentes de Omicron desde que la ciudad norteña de Xi’an informó por primera vez casos de la variante BA.5 de Omicron el 6 de julio, según Yicai, un sitio web de noticias financieras respaldado por el gobierno chino.
Al menos 2.000 turistas quedaron varados durante el fin de semana en Beihai, un popular balneario en la provincia sureña de Guangxi. Las autoridades impusieron un cierre sorpresivo después de detectar más de 700 casos transmitidos localmente durante la semana pasada.
A una hora al sur de Beihai en bote, se ordenó a los turistas que visitaban la isla de Weizhou, hogar de docenas de resorts de lujo, que se sometieran a pruebas obligatorias. El domingo, los funcionarios cerraron cines, salas de ajedrez, salones de masajes y bares.
En la ciudad portuaria norteña de Tianjin, el lunes se ordenó una ronda de pruebas masivas para los 12 millones de residentes de la ciudad después de dos infecciones locales. Las autoridades cerraron algunos lugares públicos, incluidos bares, y ordenaron que los jardines de infancia cerraran durante tres días.
Shanghái, todavía recuperándose de un bloqueo agotador que duró meses, también ordenó el lunes otra ronda de pruebas masivas en muchos de los distritos de la ciudad.
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