La bandera ondeó a media asta en el palacio de Buckingham y se hizo el silencio entre la multitud. Frente a la verja del palacio, muchos miran absortos, como queriendo no creer lo que acaba de suceder. Sabían que la noticia de la muerte de la reina Isabel II llegaría algún día, pero se resistían a aceptar que ese día fuera este jueves. Se aferraban a la figura de la mujer que ha acompañado a los británicos durante todas sus vidas y que ha logrado transmitirles un sentimiento de seguridad y unidad hasta el final, en un país desgarrado por la contienda política, las tensiones territoriales y la desigualdad social.
Más información
Paul Marshall es un ingeniero con gabardina marrón que al salir del trabajo ha ido corriendo hasta Buckingham a presentar sus respetos. “Una luz se ha apagado. Lo que ella representa no se puede reemplazar. Ha formado parte de toda mi vida. Representaba el respeto, la modestia y el sentido profundo del deber. Era una mujer extraordinaria. Es un día triste para el mundo entero”. Tiene 55 años y los ojos vidriosos. “Sabíamos que iba a pasar, pero es muy duro de aceptar”, dice antes de que se le atraganten las palabras y no pueda seguir.
La lluvia apenas da tregua, pero para la mayoría de las decenas de personas allí congregadas es lo de menos. Algunos vienen con ramos de flores. Otros permanecen empapados e inmóviles. Bajo un paraguas negro, también medio obnubilado, está Shane Tickell un ejecutivo de una empresa tecnológica sanitaria, que iba camino de su casa en Windsor, cuando decidió desviarse hasta Buckingham. “Es la persona más respetada de este país. Ella ha sido el pilar que siempre ha estado ahí, durante toda nuestra vida. Ella nos hacía sentirnos seguros. Pensar que ya no va a estar ahí te deja sin aire”, dice Tickell, de 51 años, frente a las puertas del palacio. Los escándalos de la familia real británica no son para este hombre, ni para muchos, ninguna mancha en su historial. Al revés. “Ella ha tenido dificultades en su familia como las tenemos todos los demás, pero ha sido fuerte y estoica, mucho más que nuestros políticos. Ha sido nuestra luz, nuestra guía”.
La primera ministra británica, Liz Truss, durante el discurso de despedida a Isabel II. Foto: BLOOMBERG | Vídeo: REUTERS
Es algo en lo que coinciden muchos ingleses, en que ha sido el gran referente que les ha acompañado siempre. La Reina Isabel II llevaba siete décadas en el centro de la vida pública y política británica, desde la muerte de su padre Jorge VI en 1952. Unos años antes, en una emisión con motivo de su 21º cumpleaños, había prometido: “Dedicaré toda mi vida, ya sea larga o corta… a vuestro servicio y al servicio de nuestra gran familia imperial a la que todos pertenecemos”.
Únete para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete
Mantuvo esa promesa hasta el final y se ganó el respeto y la admiración de los británicos. Le supo dar un sentido de unidad e identidad mientras otros símbolos del Reino Unido perdían su fuerza. Cuando subió al trono, Gran Bretaña era todavía una potencia imperial, con vastas colonias en África, y un sentido de destino global derivado de su contribución fundamental a la victoria en la segunda guerra mundial. A lo largo de su reinado, el Reino Unido perdió su imperio, entró y salió de la Unión Europea, se enfrentó a un amargo conflicto en Irlanda del Norte y fue testigo de un cambio social y cultural sin precedentes. Mientras sus súbditos navegaban por estos inquietantes cambios, la reina Isabel ejercía de ancla de estabilidad. Su presencia tranquila le ha reportado una inmensa popularidad hasta el final.
Isabel, duquesa de York, con su hija, la futura reina Isabel II, nacida el 21 de abril de 1926.Speaight (Getty Images)Retrato de la familia real británica en abril de 1937. En la imagen, el rey Jorge VI, su esposa Isabel Bowes-Lyon, y sus dos hijas, las princesas Isabel y Margarita.Las princesas Margarita, a la izquierda, e Isabel, el 10 de octubre de 1940, en una alocución radiofónica dirigida a los niños del Imperio Británico durante la II Guerra Mundial.
Topical Press Agency (Getty Images)La entonces princesa Isabel posa, el 10 de abril de 1945, delante de un camión de la Cruz Roja. La futura reina sirvió como mecánica durante la II Guerra Mundial. La princesa Isabel, junto a Felipe Mountbatten, en el anuncio de su compromiso en el palacio de Buckingham, en julio de 1947.Foto de familia del día de la boda de la princesa Isabel y Felipe de Edimburgo, celebrada el 20 de noviembre de 1947 en la abadía de Westminster, en Londres.PA Images (PA Images via Getty Images)El 6 de febrero de 1952 fallecía el rey Jorge VI. La entonces princesa conocía la noticia durante su estancia en Kenia en un viaje oficial por los países de la Mancomunidad de Naciones. En la imagen, Isabel II y su marido, el duque de Edimburgo, vitoreados por las calles de Nairobi, el 3 de febrero de ese año. Chris Ware (Getty Images)De izquierda a derecha, la princesa Isabel, su abuela, la reina María de Teck, y la reina madre, Isabel Bowes-Lyon, permanecen en la entrada de Westminster, donde fue trasladado el féretro del rey Jorge VI de Inglaterra, en Londres en febrero de 1952.La reina Isabel posa en el castillo de Balmoral el 28 de septiembre de 1952. Este enclave escocés siempre ha sido uno de sus favoritos, y los perros de la raza corgis, sus animales de compañía inseparables.Bettmann (Bettmann Archive)El 2 de junio de 1953 fue la fecha de la coronación de Isabel II, un evento que se preparó a lo largo de más de un año y que fue retransmitido por televisión, convirtiéndose en la primera coronación de la realeza difundida a nivel mundial. En la imagen, posa junto a sus damas de honor.Universal History Archive (Universal Images Group via Getty)Isabell II, acompañada de sus hijos Carlos y Ana, charla con el primer ministro británico, Winston Churchill, en una imagen tomada en 1953.Central Press (Getty Images)Retrato oficial de Isabel II y el duque de Edimburgo, difundido en diciembre de 1958. Michael Ochs Archives (Getty Images)La reina Isabel II y el presidente francés, Charles de Gaulle, se trasladan en carruaje hacia el Palacio de Buckingham el 4 de mayo de 1960 con motivo de una visita de Estado del líder francés a Londres.PA Images (PA Images via Getty Images)La reina Isabel II recibe al matrimonio Kennedy en una cena de gala ofrecida en el palacio de Buckingham, Londres, el 5 de junio de 1961.Anonymous (AP)La reina, el 13 de junio de 1964, con sus dos hijos pequeños, Andrés y Eduardo, entonces recién nacido.Bettmann (Bettmann/Corbis)La familia real británica, en 1969. Desde la izquierda, el príncipe Eduardo, Felipe de Edimburgo, la reina Isabel, la princesa Ana, y los príncipes Carlos y Andrés. Fox Photos (Getty Images)El 29 de julio de 1981 Diana Spencer le daba el “sí, quiero” a Carlos de Inglaterra y se convertía así en la princesa de Gales. En la imagen, la pareja se asoma a los balcones del palacio de Buckingham acompañados de la reina Isabel y los pequeños lord Nicholas Windsor, Edward Van Cutsem, Sarah Jane Gaselee y Catherine Cameron.Tim Graham (Tim Graham Photo Library via Get)Durante la visita de Estado al Reino Unido de Ronald Reagan, en junio de 1982, el presidente de EE UU y la reina Isabel salieron a cabalgar por los alrededores del castillo de Windsor.Diana Walker (Getty Images)De izquierda a derecha, la reina Isabel, el presidente de EE UU, Ronald Reagan, y la primera ministra británica, Margaret Thatcher, durante un banquete especial organizado por la reina en Buckingham después de la cumbre económica de Londres, el 9 de junio de 1984.PA Images (PA Images via Getty Images)Carlos de Inglaterra saluda a su madre durante un partido de polo, en 1985.Keystone (Getty Images)Los partidos de polo suelen ser uno de los escenarios habituales para la familia real británica. En la imagen, Isabel II acompañada de sus nietos, los príncipes Guillermo y Enrique, en 1987.Tim Graham (Tim Graham Photo Library via Get)Isabel II tan solo visitó en una ocasión España, fue en 1988. En la imagen, junto al rey Juan Carlos durante una exhibición de flamenco en su estancia en Sevilla el 20 de octubre de ese año. Junto a ellos, el príncipe Felipe de Edimburgo (a la derecha) y el diplomático Emilio Cassinello.Pablo JuliáLa reina Isabel II de Inglaterra calificó 1992 como “annus horribilis” (año terrible). Fue durante un banquete ofrecido en su honor en Londres, con ocasión del cuadragésimo aniversario de su ascenso al trono. “1992 ya no será un año que yo recordaré con una alegría sin tacha”, declaró, su primera alusión pública a las preocupaciones que asaltaban entonces a la familia real británica. Isabel II pidió a la prensa “dulzura y comprensión”, ante la mirada de su marido, Felipe de Edimburgo.PA Images via Getty Images PA Images (PA Images via Getty Images)La reina y Felipe de Edimburgo observan los miles de ramos de flores depositados por ciudadanos en el exterior del palacio de Buckingham en memoria de Diana de Gales, fallecida en un accidente de tráfico en París el 31 de agosto de 1997.El 9 de abril de 2005, Carlos de Inglaterra y Camila de Cornualles se casaban en la capilla de San Jorge del castillo de Windsor. En la imagen, la foto de familia, en la que el nuevo matrimonio posa junto a la reina Isabel, el duque de Edimburgo, Guillermo y Enrique de Inglaterra (a la izquierda); Laura y Tom, hijos de Camila, y Bruce Shand, su padre (a la derecha).Tim Graham Picture Library (Tim Graham Photo Library via Get)La Reina Isabel II se traslada en carruaje desde el Palacio de Buckingham hasta el Palacio de Westminster, para asistir a la apertura del Parlamento, el 6 de noviembre de 2007. Max Mumby/Indigo (Getty Images)Durante la gala de inauguración de los Juegos Olímpicos de Londres 2012, la reina Isabel II participó en un ‘sketch’ junto a Daniel Craig, el último actor encargado de dar vida en el cine a James Bond.Isabel II y el duque de Edimburgo recibieron en septiembre de 2010 al papa Benedicto XVI en el palacio de Holyrood, en la ciudad de Edimburgo.POOL (REUTERS)Kate Middleton y Guillermo de Inglaterra saludan a la reina Isabel tras contraer matrimonio en la abadía de Westminster, el 29 de abril de 2011. La boda del segundo en la línea de sucesión al trono británico, a la que asistieron 1.900 invitados, fue oficiada por el arzobispo de Canterbury.WPA Pool (Getty Images)Cuatro generaciones en una imagen. En esta fotografía, difundida por el palacio de Buckingham en abril de 2016 para celebrar los 90 años Isabel II, la monarca aparece acompañada de los tres herederos al trono británico. De izquierda a derecha, su hijo Carlos de Inglaterra y el príncipe Jorge cogido de la mano de su padre, Guillermo de Inglaterra.RANALD MACKECHNIE/ROYAL MAIL (AFP)El Rey Felipe VI saluda a la reina Isabel II en Lodnres durante su primera visita de Estado a Inglaterra, el 12 de julio de 2012. WPA Pool (Getty Images)El príncipe Enrique de Inglaterra (segundo por la izquierda) y la duquesa de Sussex, Meghan Markle (a la derecha), presentan en marzo de 2019 a su hijo recién nacido, Archie Harrison Mountbatten-Windsor, a la madre de la duquesa de Sussex, Doria Ragland (segunda por la derecha), a la reina Isabel II de Inglaterra (en el centro de la imagen) y a su esposo Felipe, duque de Edimburgo, en el castillo de Windsor. Durante el funeral por su esposo y por las restricciones derivadas de la pandemia, se vio a la reina sentada sin compañía y ataviada con una mascarilla en la capilla de San Jorge, en el castillo de Windsor. Felipe falleció a los 99 años el 9 de abril de 2021. Estuvieron juntos 73 años. Jonathan Brady (AP)Esta es la foto de su última aparición pública, el 6 de septiembre, la reina Isabel espera a la nueva primera ministra del Reino Unido, Liz Truss, en una de las salas del castillo de Balmoral (Escocia). POOL (REUTERS)
Deborah Nelson y su amiga Elaine, de 57 y 64 años, comparten esa admiración. Habían venido a Londres desde Liverpool para asistir a la última noche de los Proms, el festival de verano del Royal Albert Hall, donde el público corea con la orquesta God Save the Queen. Ellas creen que el último año y medio ha sido muy duro para la Reina, con todos los problemas de su nieto díscolo, el príncipe Harry; su hijo, el príncipe Andrés, acusado de abuso sexual, y sobre todo la muerte de su marido, Felipe de Edimburgo. La imagen de la Reina Isabel sentada sola en un banco debido a las restricciones de la pandemia, con la mascarilla negra puesta, ha quedado grabada en la mente de muchos ingleses como la prueba irrefutable de su estoicismo y responsabilidad. Elaine y Deborah no le perdonan al ex primer ministro Boris Johnson que mientras la Reina respetaba las restricciones hasta en el funeral de su marido, el político oxigenado encadenara fiestas en Downing Street. “Ha guiado con el ejemplo. Ha trabajado hasta el final y muchos otros no lo habrían hecho. Nunca habrá nadie como ella”, piensa Elaine. “Es el segundo día más triste de nuestra vida. El primero fue la muerte de Diana. Nuestros corazones siempre estarán con Diana”, asegura Deborah.
Este jueves es apenas el inicio de un duelo que se adivina enorme. El país se parará en los próximos días. En los márgenes de la plaza, hileras de periodistas de todo el mundo retransmiten en directo la noticia. Los ciudadanos que están frente al palacio miran el móvil o escuchan con los auriculares lo que vendrá después. Muchos son ingleses que han venido a presentar sus respetos, pero hay también turistas y extranjeros. Isabel II era una reina global, cuya figura despertaba admiración mucho más allá de las fronteras de las islas.
“Tenemos pocas mujeres de ese nivel. Ha sido mujer que ha estado al servicio de la gente. La monarquía tiene sus problemas, pero ella ha sido una figura excepcional”, dice María Camila, una chica colombiana con el pelo de colores. Un grupo de jóvenes judíos ultraortodoxos vestidos de negro y blanco ha venido también a presentar sus respetos. Abraham Kappol, uno de ellos, dice que esta noche rezarán por la Reina en la sinagoga en Stamford Hill. “Ha sido muy buena con los judíos”, explica Kappol. Unos metros más allá, una mujer con un chador negro y niqab que le tapa la cara fija su mirada en las puertas del palacio. Todos caben esta noche en Buckingham.
Sigue toda la información internacional en Facebook y Twitter, o en nuestra newsletter semanal.