Por lo general siempre nos referimos a los vehículos eléctricos como de cero emisiones. Es más, la propia Dirección General de Tráfico les otorga este distintivo. Pero lo cierto es que los coches eléctricos contaminan. A diferencia de los vehículos de gasoil o de gasolina, no emiten partículas nocivas mientras circulan, pero sí generan contaminación durante el proceso de fabricación y de la electricidad que los mueve. Aún así, hay que reconocer que las cifras de contaminación son infinitamente inferiores a las de los coches de combustión.
La Federación Europea de Transporte y Medio Ambiente ha publicado un estudio sobre la contaminación generada y emitida por los vehículos eléctricos. Expulsan casi tres veces menos de CO2 a la atmósfera que los de diésel o gasolina. Para realizar la investigación se han tenido en cuenta diferentes aspectos, como la cantidad de CO2 emitida cuando se quema el combustible o se produce la electricidad que mueve los coches eléctricos.
Los coches eléctricos contaminan: diferencias entre países europeos
Tal y como indica el informe, los coches eléctricos son una mejor alternativa que los de gasolina y diésel en todos los países de Europa, incluso aquellos en los que las redes eléctricas dependen mayoritariamente del carbón, como Polonia.
El escenario más favorable se da en Suecia, donde los coches eléctricos con una batería producida y utilizada en el país puede llegar a emitir un 80% menos de CO2 que un vehículo de diésel y un 81% menos de CO2 que uno de gasolina.
En cuanto a España, según este estudio, un coche eléctrico emite un 67% menos de dióxido de carbono a la atmósfera que uno de combustibles fósiles.
Aunque ningún vehículo es 100% limpio, los eléctricos son la mejor alternativa para el cuidado del medio ambiente.
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