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Los cuadros más representativos de su obra

Claude Monet es considerado dentro del círculo artístico de primer nivel como el auténtico promotor del Impresionismo. Una vertiente a la que siempre se mantuvo fiel. El pintor parisino nacido en 1840 quiso arriesgarse al emprender este camino, ya que se trataba de un estilo opuesto a los gustos de la época. Su decisión le sumió en una crisis económica bastante acentuada, algo que no hizo sino acrecentar su motivación.

Tras una etapa de penurias, Monet comenzó a pintar en las aguas del Sena y desarrolló de manera exitosa el concepto de las “series”. Un conjunto de obras donde un objeto concreto es pintado reiteradamente con distinta iluminación. Un tiempo después, tras participar en multitud de exposiciones junto a otras grandes figuras, Monet se trasladó con su familia hasta Giverny. Un idílico paisaje plagado de arroyos, estanques y nenúfares, principal motivo de inspiración durante sus últimos años.

La obra de Monet se caracteriza por la incorporación de una nueva visión del entorno, donde la luz adquiere una gran importancia. De entre todos los impresionistas, él fue quien puso más énfasis en la técnica del plein-air. Es decir, la pintura al aire libre, bajo el sol. Esta práctica es uno de los puntos fuertes de su colección.

Monet y sus obras más importantes

Impresión, Sol naciente

Su obra más importante y recordada.

Estamos ante el cuadro más famoso del artista francés. Data de 1872 y representa el puerto de El Havre, ciudad donde Monet pasó gran parte de su infancia. Esta es además la primera obra emblemática del movimiento impresionista.

Los Almiares

Estamos ante un paisaje cercano a la casa del pintor.

Este dibujo forma parte de una de las series a las que Monet consiguió dar renombre. En este caso, muestra un hermoso campo otoñal junto a una abundante cosecha de trigo. El paisaje corresponde a una zona cercana a su casa de Giverny.

La estación de Saint Lazare

La obra data de 1877.

Este lugar tan concurrido de París fue también protagonista de una de sus colecciones más recordadas. Fue realizada en 1877, con el objetivo de ofrecer su propia visión del paisaje moderno de la ciudad.

Los nenúfares

Los nenúfares protagonizaron más de 200 óleos.

Esta hermosa serie está compuesta por más de 250 óleos sobre tela. De hecho, recurrió a este estanque en tantas ocasiones que fue el tema más notable de la última etapa de su carrera. En este lienzo podemos observar su jardín de agua en Giverny.


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