Hacia fines de 2022, varios empresarios, algunos citando a Elon Musk, me dijeron que planeaban recuperar la cultura del trabajo en persona el año siguiente para ayudar a promover la productividad y, en algunos casos, la lealtad. Un fundador incluso me dijo mientras bebíamos que no les preocupaba perder talento, afirmando que, para empezar, aquellos que se van solo porque hay un mandato en persona no estaban realmente motivados por la misión.
Si bien algunos fundadores están claramente decididos a regresar, otros están confundidos. Existe el argumento, que a veces proviene de capitalistas de riesgo desesperados por ver que las compañías de cartera tengan éxito, de que estar en persona ayudará a aumentar la productividad y, eventualmente, el resultado final. Y también está el contraargumento de que el trabajo remoto permite una contratación más inclusiva y expansiva, lo que también podría ayudar, bueno, al resultado final.
Y si 2023 no es el año para el resultado final, no sé qué más podría ser. Kruze Consulting, una firma de contabilidad para nuevas empresas, analizó las finanzas de más de 750 empresas, lo que incluye más de $300 millones en ingresos trimestrales y más de $750 millones en gastos trimestrales. Hablé con Healy Jones, que dirige la planificación y el análisis financieros de Kruze, sobre sus hallazgos. Los resultados, piensa, ofrecen cierto equilibrio al debate.
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