Sabemos cómo es el traje espacial de los astronautas de la NASA; especialmente el que llevaron los hombres que llegaron a la Luna. Pero, ¿tenemos pistas de cómo será el traje espacial del futuro? Seguramente se irá sofisticando al paso del tiempo y la tecnología tendrá mucho que decir en este aspecto.
Los trajes convencionales suelen pesar mucho y son realmente voluminosos. Y lo que se quiere, precisamente, dentro de lo que se pueda, es eliminar estas barreras. Algunas de las pistas que nos dan es que la indumentaria sería ligera y se podría estirar. Es como si el traje fuera una segunda piel, pues permitiría conectarse al suministro de energía de la nave espacial, con lo que se activarían los muelles para que se contraigan, y aprieten automáticamente la prenda alrededor del cuerpo del astronauta.
Una de las ventajas de esta ligereza es, precisamente, que ofrece mayor comodidad a los astronautas y a la vez más libertad de movimientos físicos. En definitiva, van a permitir una mayor movilidad para aquellos puedan llegar a Marte o vuelvan a la Luna.
Hemos hablado de ligereza porque el nuevo traje tendría menos peso y volumen. Pensemos que la indumentaria tradicional es muy voluminosa. La novedad entonces es que además de ligera, es muy apretado, y elástico.
Este nuevo traje con aleaciones con memoria de forma de níquel-titanio combina materiales elásticos pasivos con materiales activos. Puede ser más ajustado porque los materiales solo se contraen cuando se calientan, y al quitarse el traje, la exposición ya a una temperatura fría permite que se afloje para que el astronauta se lo pueda quitar de manera rápida. Hay que destacar que, antes de dar con este material, se probaron muchos otros. No fue una tarea fácil.
Actualmente, los investigadores están diseñando un traje para que los astronautas puedan ir a la Luna en su próxima misión. Ideado para que puedan caminar en ella. Y, entre otras especificaciones, se tendría que incrementar la movilidad del traje actual en la cintura para que fuese posible andar. Además, se tendría que dotar de botas y guantes adecuados.
De momento la NASA ha construido algunos prototipos para que se puedan probar y constan de un torso rígido metálico que se conecta directamente con la mochila PLSS de soporte vital. El astronauta entra en su interior abatiendo la mochila como si fuese una puerta.
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