Las cuevas pueden definirse como uno de los lugares más curiosos del mundo. Unas aperturas naturales que nos llevan directos hasta las entrañas de nuestro planeta entre las que poder encontrar animales tan peculiares como el hallado recientemente en Turkmenistán. Te contamos todos los detalles que se conocen de una extraña criatura que está generando la curiosidad de toda la comunidad científica. Un organismo apodado con el nombre de Turkmenocampa mirabilis.
La cueva del misterio
Si hablamos de la cueva de Kaptarhana situada a pie de la montaña de Koytendag, los amantes del senderismo sabrán que se define como uno de los lugares más peculiares del planeta. Un paisaje montañoso perteneciente a Asia Central que se enmarca como el lugar perfecto para la búsqueda de nuevas formas de vida. Con más de 55 kilómetros subterráneos, este paraje se desmarca como una formación de más de 300 cavernas descubiertas en las que poder encontrar todo tipo de fauna. Algunos animales, incluso irreconocibles.
En este caso hablamos del Turkmenocampa mirabilis, una especie de insecto que se ha convertido en todo un enigma para los científicos. Una extraña criatura encontrada en las profundidades de la cueva de Kaptarhana que se define como el primer organismo terrestre estrictamente subterráneo encontrada en Turkmenistán. Si dividimos su nombre, Turkmenocampa se refiere al país en el que ha sido encontrada la criatura. Mientras que mirabilis, significa increíble o inusual. Es decir, este organismo es tan extraño que ni siquiera sus descubridores han sabido ponerle un nombre como es debido.
Detalles del descubrimiento
Esta nueva especie se caracteriza por tener una composición pálida, casi trasparente, con una forma similar a la de un insecto de la clase Diplura. Unos organismo de doble cola de los que se conocen escaso datos. Según la revista Subterranean Biology, el rasgo más destacado de este animal se basa en la ausencia de ojos y la peculiar similitud de la zona trasera y la delantera. Un hallazgo sin precedentes.
Las labores de inspección de los científicos para el descubrimiento de este nuevo ser vivo conformaron un total de 8 horas de exploración de la cueva. El objetivo era buscar especímenes completamente inusuales con la finalidad de examinarlos posteriormente. Un proceso duro que, sin duda, dio sus frutos.
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