Las neuronas pueden definirse como el cableado de nuestro cerebro. Un mecanismo perfecto que permite que todo funcione perfectamente conectando unos puntos con otros con la finalidad de hacer realidad lo que dicen los pensamientos. El tejido neuronal es una máquina espectacular en la que todo concuerda, y que mejor forma de crear unos nuevos ordenadores que fijarse en el cerebro humano. Te lo contamos.
Un ordenador neuronal
Unos dispositivos basados en la sinopsis neuronal
Siempre se ha comparado el cerebro humano con una de las máquinas más poderosas de las creadas por el hombre: los ordenadores. Lo cierto es que a la hora de funcionar, ambos mecanismos no se parecen en absoluto. Hasta ahora. Investigadores de las Universidades de Oxford, Münster (Alemania) y Exeter (Reino Unido) han creado un revolucionario microchip que utiliza la luz para imitar la funcionalidad de la sinapsis de las neuronas. el objetivo es aunar la velocidad de los procesadores modernos con la eficiencia intelectual de un ordenador.
La principal diferencia que existe entre las neuronas y los ordenadores es que las primeras utilizan impulsos químicos a través de diversas conexiones que denominamos sinapsis. Mientras que los ordenadores combinan impulsos eléctricos a través de pequeños interruptores de encendido y apagado. Un proceso que deja poco espacio para la memoria y se basa un enorme consumo de energía con escasa eficiencia si lo comparamos con el cerebro humano. Por eso, algunos de los mejores investigadores del mundo han conseguido ir más allá por medio de la creación de un circuito fotónico integrado que actúa de forma similar a la sinapsis de las neuronas.
Un mayor rendimiento
Lo que buscan con esto ordenadores es almacenar más datos en menos tiempo
El objetivo de esta investigación que explica el coautor del trabajo Harish Bhaskaran, es que los ordenadores utilicen un mecanismo similar al de las neuronas con la finalidad de procesar y almacenar grandes cantidades de información de forma simultánea. Todo ello, sin gastar grandes cantidades de energía. Es decir, tal y como lo hace el cerebro. Un trabajo duro que, según publica la revista Science Advances, será posible en un futuro no muy lejano.
La clave de todo esto se basa en generar una especie de sinapsis artificial que base sus estructuras en un material que almacene y libere grandes cantidades de energía al mismo tiempo que cambia de un estado a otro. Mientras tanto, las ondas de luz se mueven a través de este material por medio de pulsos ópticos imitando el proceso natural de la sinapsis. Es decir, los investigadores quieren conseguir una fusión perfecta entre la mente y el ordenador.
Denominada como ingeniería neuromórtica, este tipo de avances nos llevan un paso más allá en el campo de la inteligencia artificial. La clave es conseguir que los microprocesadores de los que tanto se habla puedan ser configurados como un cerebro humano y no como un simple ordenador. Sin duda, un auténtico hito en el mundo de la informática.
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