Los dos millones de personas vacunadas con Janssen recibirán una dosis de refuerzo de Pfizer o Moderna


La Comisión de Salud Pública, formada por el Ministerio de Sanidad y las comunidades, ha aprobado la tarde de este martes administrar una dosis de recuerdo de Pfizer o Moderna a los casi dos millones de ciudadanos que hayan recibido la vacuna monodosis de Janssen. La medida se ha tomado después de que un reciente estudio revelara que estas personas contaban con una menor protección frente al virus que aquellas que habían sido inmunizadas con dos dosis de ARN mensajero. Las dosis de recuerdo se administrarán al menos tres meses después del pinchazo único.

Sanidad ha informado de que “las comunidades autónomas comenzarán con esta dosis de recuerdo a partir del 15 de noviembre, priorizando los grupos de vacunación de la Estrategia Nacional de Vacunación”, lo que supone que primero la recibirán las personas de mayor edad o aquellas que forman parte de algunos de los grupos considerados de riesgo. La decisión llega tras una propuesta de la Ponencia de Vacunas, formada por los expertos que marcan las líneas maestras de la estrategia seguida por Sanidad.

Para José Luis Barranco, portavoz de la Sociedad Española de Medicina Preventiva, Salud Pública e Higiene (SEMPSPH), la decisión responde al hecho de que “aunque la vacuna de Janssen ha demostrado ser efectiva, lo es algo menos que las otras disponibles”. “Esto, en un escenario de disponibilidad de vacunas ARN mensajero y confirmada la seguridad de la pauta heteróloga [administrar nuevas dosis de una marca distinta a las primeras], hace recomendable esta medida”, concluye.

Las vacunas han sido la herramienta clave que ha logrado llevar la pandemia del coronavirus a la actual situación de control. Un informe reciente del Ministerio de Sanidad, fechado el pasado 13 de octubre, revela que todas las utilizadas en España han contribuido a ello, aunque se observan algunas diferencias en la protección que cada suero confiere, según los datos analizados. Estos resultados, sin embargo, siempre tienen un componente de incertidumbre, ya que no se han administrado las mismas vacunas ni en la misma proporción a todos los grupos de población, por lo que algunas variaciones es posible que se deban al fármaco, a las características de la población que lo ha recibido —por edad, enfermedades de base…— o a una combinación de ambos factores.

Pese a ello, las diferencias encontradas son significativas y justifican la decisión adoptada por la Comisión de Salud Pública, según las fuentes consultadas. Las variables analizadas son los casos de infección con síntomas leves, las hospitalizaciones y los fallecimientos. En todos ellos, el suero de Janssen muestra una menor efectividad que las vacunas de ARN mensajero (Pfizer y Moderna). Esta es del 89% frente a defunciones en comparación con el 97% de Pfizer y el 94% de Moderna.

En el caso de hospitalizaciones, el estudio concluye que la efectividad de Janssen es del 86% frente al 98% de Moderna y el 97% de Pfizer. Y es en el caso de las infecciones con síntomas, aunque leves, donde los datos del suero monodosis son peores, con una efectividad del 56% que contrasta con el 89% de Moderna y el 78% de Pfizer. El estudio también ha detectado la buena efectividad de la pauta heteróloga administrada en España a personas que recibieron la primera dosis de AstraZeneca (una vacuna similar por mecanismo de acción a la de Janssen) y la segunda de Pfizer, con unos niveles de protección muy parecidos a los que recibieron las dos dosis de ARN mensajero.

Santiago Moreno, jefe de servicio de enfermedades infecciosas del Hospital Ramón y Cajal (Madrid), considera que estos datos “van a favor de que las personas que recibieron la vacuna de Janssen ahora reciban una de recuerdo de ARN mensajero”. Sobre la pauta heteróloga, Moreno considera que los pacientes se van a beneficiar de este segundo pinchazo por “el incremento de anticuerpos frente al virus que esta dosis va a provocar” y que la nueva medida “es sensata ante la detección de una mayor tasa de fracasos, sobre todo frente a los casos de infección sintomática”.

Antes de que llegaran estos datos, sin embargo, los servicios sanitarios ya habían detectado algunos episodios que apuntaban a la menor efectividad de la vacuna de Janssen. Este suero, al ser de una sola dosis, se destinó preferentemente —aunque no solo, ya que también la recibió una pequeña parte de los septuagenarios— a colectivos a los que resultaba más complicado, debido a su actividad profesional o situación personal, recibir la segunda dosis en los plazos establecidos (tres semanas Pfizer, cuatro Moderna y hasta tres meses con AstraZeneca).

Uno de estos colectivos fue el de los trabajadores de la mar, especialmente pescadores, que se embarcan para pasar en ocasiones largas temporadas a bordo. Lo observado en estos casos es que los brotes sufridos por estas personas han sido frecuentes en los últimos meses. Los datos del Ministerio de Sanidad han corroborado ahora esta sospecha clínica.


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