Según los datos del Sistema Europeo de Información sobre Incendios Forestales (EFFIS) a partir de los satélites del Programa de Observación de la Tierra de la Unión Europea Copernicus, en 2022 ardieron en la Unión Europea (EU) 786.049 hectáreas, de las cuales el 39% pertenecían a España, con casi 310.000 hectáreas arrasadas.
Fue el peor registro en lo que va de siglo y el quinto peor dato desde que existen registros. Para controlar los incendios forestales y minimizar los riesgos a los que se ven expuestos los equipos de emergencia, investigadores de la Universidad Pompeu Fabra (UPF) están trabajando en el desarrollo de drones junto con Universidad de California en Irvine (UCI).
Drones para luchar contra los incendios forestales
En una entrevista con la agencia EFE, Ángel Lorenzo, el principal investigador del proyecto, explicó que quiere ofrecer «un instrumento para luchar contra grandes incendios forestales, cuyos efectos son devastadores, y contra otros desastres, como terremotos o fugas químicas».
El proyecto va a presentar dos novedades muy interesantes: «que los drones operen de forma coordinada, como una red, y que lo hagan de manera automática en vez de manual». Sin embargo, operar con drones presenta una gran limitación en la actualidad, y es que funcionan individualmente; no están integrados en una red, y que necesitan de operadores humanos que los controlen uno a uno.
Todo apunta a que el nuevo sistema estará listo en 2024. Funcionará a través de comunicación inalámbrica e inteligencia artificial (IA) con el objetivo de maximizar la eficacia en el uso de drones mediante el funcionamiento en red.
«Los drones pueden servir para detectar un incendio en su etapa más incipiente, permitiendo una reacción rápida, y para monitorizar su evolución, sobre todo en zonas de difícil acceso. También facilitan la recogida de datos para desarrollar modelos de predicción del comportamiento de incendios forestales», explica Lorenzo.
Desde la UPF señalan que, hasta la fecha, uno de los mayores logros en el uso de drones para controlar incendios forestales corresponde al dispositivo que se actió en el incendio de la catedral de Notre-Dame de París en 2019. Los equipos humanos tomaron decisiones basadas en las imágenes obtenidas por dron, lo que permitió detener el fuego y reducir los daños.
Desde entonces, se ha extendido el uso de drones equipados con cámaras fotográficas y rayos infrarrojos para localizar incendios forestales, inspeccionar lugares de difícil acceso, vigilar las operaciones de extinción y controlar en tiempo real la progresión del fuego.
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