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los expertos piden no comprar esto en los supermercados

La Organización Mundial de la Salud recomienda consumir tres piezas de fruta y dos raciones de verdura al día para cuidar la salud. Lo mejor es elegir frutas y verduras de temporada, y en verano la sandía y el melón son las piezas clave. Ahora bien, a la hora de comprar estas frutas en el supermercado debemos prestar atención a la advertencia de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) o la Agencia Española de Seguridad Alimentaria (AESAN).

¡Cuidado con el melón y la sandía cortados en mitades!

La OCU avisa de que «la fruta en mitades tiene una menor vida útil. Al mantenerla así hay más riesgo de crecimiento de microrganismos patógenos como Salmonella, Escherichia coli verotoxigénico o Listeria monocytogenes». Y añade lo siguiente: «no todas las frutas son iguales: cuanto más ácidas sean y más maduras estén, mayor es el riesgo de deterioro y contaminación».

También apunta que la fruta cortada no debería permanecer más de tres horas a temperatura ambiente en los supermercados. Y es que, una vez transcurrido este periodo de tiempo, aumenta progresivamente el riesgo microbiológico. Por lo tanto, para no poner en peligro nuestra salud y la de nuestra familia, debemos evitar comprar el melón y la sandía en mitades.

La OCU recomienda elegir piezas muy maduras y tardar el menor tiempo posible desde el supermercado hasta casa. Una vez en casa, el melón y la sandía debemos guardarlos en la nevera hasta el momento que vayamos a consumirlos. Si no comemos toda la pieza, tenemos que volver a meterla en la nevera cuanto antes, protegiéndola con papel film o metiéndola en un recipiente con tapa.

¿Se puede congelar la sandia?

La sandía es una fruta muy grande, así que si no nos la vamos a comer en unos pocos días, lo mejor es congelarla. Para ello, en primer lugar enjuagamos la fruta para eliminar la suciedad y, a continuación, utilizamos papel de cocina absorbente para secarla.

Luego, colocamos la sandía sobre una superficie plana y la cortamos de un lado a otro para partirla por la mitad. Colocamos las mitades planas y las cortamos por la mitad de manera vertical. Así tendremos la sandía cortada en cuartos.

El siguiente paso consiste en retirar la cáscara y extraer las semillas. Dividimos la fruta en cubos y los colocamos en una bandeja. Metemos la bandeja en el congelador durante dos horas, la sacamos y ponemos los cubos en bolsas para congelar. Una vez en el congelador, la sandía dura hasta un año.


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