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Los exportadores tiemblan ante la subida de precio y la falta de materias primas


Las exportaciones españolas alcanzaron un máximo histórico en la primera mitad de 2021. Entre enero y junio, las ventas de bienes al exterior crecieron un 23,3% anual y rozaron los 153.000 millones de euros, lo que supuso la cifra más alta de la serie histórica que elabora la Secretaría de Estado de Comercio desde 1995. Todo ello pese al brutal incremento del precio de las materias primas, como el petróleo, el cobre o los alimentos, que redujo los márgenes de los exportadores al tener que gastar más en bienes para producir. A ello se unió el aumento sin precedentes del coste de la energía y el acaparamiento de bienes por parte de China que tuvo como primer exponente la falta de microprocesadores para la automoción y la paralización de líneas de producción en España.

Stellantis paró esta semana su producción en Vigo y Zaragoza, Seat lo hizo la semana pasada en Barcelona y Ford planea hacer lo mismo en una semana en septiembre. Los datos de la patronal automovilística Anfac muestran como el impacto ya se empezó a notar en junio. Ese mes se cerró con una producción de 172.696 unidades, un 18,1% menos respecto a junio de 2020, mes en el que además la fabricación de unidades ya fue muy baja tras los tres primeros meses de confinamiento duro. Comparado con 2019, el ajuste anual de la producción es de un 33,8%. El sector se enfrenta a un fuerte condicionante externo, la escasez de microchips, que está reduciendo de manera considerable la producción La previsión apunta a una lenta recuperación del ritmo de producción hasta 2022”, señala José López-Tafall, director general de Anfac.

La producción de coches cayó en junio un 34% respecto al mismo mes de 2019

Incertidumbre

¿Cómo se ha producido esta aparente contradicción entre un récord exportador y un escenario de desabastecimiento y encarecimiento de materias primas? Antonio Bonet, presidente del Club de Exportadores e Inversores de España, justifica el récord de ventas al exterior por la reorientación de las empresas hacia la UE, su mercado natural, que supuso casi el 55% de las exportaciones en el primer semestre. “Las empresas han sabido adaptarse y optaron por los contratos ya existentes frente a los nuevos. Pero eso no quita para que haya mucha incertidumbre e inquietud. Se han paralizado todos los proyectos de inversión, especialmente en los mercados emergentes”, resalta.

Bonet relata que no solo se está produciendo desabastecimiento de microprocesadores en la automoción, sino que otras industrias empiezan a encontrarse con ese mismo problema. “Algunas empresas alimentarias están detectando falta de plástico para embalaje, las de materiales de construcción encuentran dificultades para abastecerse y todas las que trabajan con cobre no lo encuentran. Las empresas exportadoras están muy preocupadas”.

Las empresas esquivaron el primer aumento reorientando ventas a la UE

Demanda embalsada

La falta de microprocesadores en la automoción ya ha provocado además un efecto dominó en otras actividades. La industria química, la tercera más exportadora en España, con un 16,3% de las ventas a terceros países, ya avisa de un frenazo en la demanda de pintura. “Están funcionando todas las fábricas en España, pero la bajada de pedidos está ligada al parón en la automoción”, señala Juan Antonio Labat, director general de la patronal química Feique. Pese a ello destaca que la demanda embalsada durante el año y medio de confinamiento ha permitido compensar el encarecimiento de las materias primas. “En el resto de Europa no ha caído de la demanda, si no que ha crecido y lo va a seguir haciendo en los próximos trimestres. La llegada de los fondos europeos permitirá una reactivación de pedidos en rehabilitación de viviendas para los próximos tres años que puede servir de contrapeso a un escenario prolongado de precios altos”, recalca. Algo que no cree que suceda ya que prevé que los precios de las materias primas han tocado techo y ahora el ritmo de crecimiento se acompasará con el de la demanda.

El alza de costes irrumpe como el primer obstáculo

Encuesta. La Secretaría de Estado de Comercio pregunta cada trimestre a 1.900 exportadoras cuáles son los factores que influyen positivamente y negativamente en sus ventas. Entre los segundos, la competencia en precios siempre era tradicionalmente la primera preocupación de las empresas. En el segundo trimestre de 2021, la subida del precio de las materias primas se situó como la mayor preocupación por delante de la competencia en precios. Un 73% de los encuestados (11,4 puntos porcentuales más que el trimestre anterior) lo situó como el mayor problema para su actividad frente al 57,5% que se refirió a la competencia.

Perspectivas. La preocupación por la subida de precios se ha visto compensada parcialmente por el afloramiento de una demanda paralizada desde marzo de 2020. De hecho, las 1.900 compañías consultadas auguran mejores ventas, en muchos casos a cambio de reducir sus márgenes. En concreto, un 32,9% de los encuestados recortó sus márgenes en el segundo trimestre, mientras que solo un 8,8% reconoce que lo incrementó. El 54,7% consideró que se iban a mantener estables


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