El grupo ucraniano Kalush Orchestra, ganador Eurovisión 2022, ha hecho una subasta a través de una red social con el objetivo de vender el trofeo que ganó en el Festival de la Canción con el objetivo de conseguir fondos contra la invasión rusa, en concreto para comprar drones de guerra para el ejército de su país.
Según ha publicado la banda en su página de Facebook, el galardón, que representa un micrófono de cristal, lo ha comprado una empresa dedicada a la gestión de criptomonedas, llamada Whitebit.
A través del vídeo que han publicado en Facebook, los músicos mostraron su agradecimiento: “¡Sois increíbles! Os damos las gracias a todos los que han hecho donaciones en esta subasta, y un agradecimiento especial a Whitebit, que ha comprado el trofeo por 900.000 dólares y ahora son sus propietarios legítimos”.
La subasta ha sido dirigida por el presentador de televisión Serguei Pritula, quien ha sido el encargado de explicar que ese dinero iba destinado a la compra de tres drones para el ejército ucraniano. Este acontecimiento fue público para multitud de personas, ya que la subasta se hizo durante un concierto que la banda realizó este domingo en Berlín, ante la puerta de Brandeburgo, con el objetivo de para recaudar dinero para su país.
En todo momento los artistas se han pronunciado sobre la guerra actual entre Rusia y Ucrania. De hecho, durante el concierto, el líder del grupo, Oleg Psiuk, aseguró que “tenemos la guerra en el centro de Europa, la gente no se tendría que acostumbrar, no se tendría que convertir en un hecho cotidiano. Por eso creo que debería de estar siempre en las portadas hasta que llegue la paz”.
Polémica entre los ‘eurofans’
Whitebit es una empresa dedicada a la tecnología de la información, como las criptomonedas. Esos 900.000 dólares que han pagado a cambio del trofeo de Eurovisión 2022 irán destinados a la compra de tres drones PS-2 para combatir a las tropas rusas que invadieron Ucrania a finales de febrero.
Esta decisión no ha sido bien recibida entre los fans del Festival de la Canción, que consideran que han echado a perder su victoria por la compra de material bélico. Algunos ‘eurofans’ les reprochan que no hayan destinado el dinero para ayuda humanitaria.