Los mayores impostores de todos los tiempos han sido protagonistas de historias fantásticas, pues la tendencia a inventarse una falsa identidad o a poseer ciertos conocimientos es tan antigua como el ser humano.
Estos grandes farsantes han pasado a la historia por su originalidad y por la trascendencia de sus actos.
Los mayores impostores de todos los tiempos
La historia ha registrado los casos de numerosas personas que han pretendido usurpar otras personalidades, como el caso del heredero real que desapareció durante la Revolución Francesa o aquel de Perkin Warbeck en Inglaterra o el de Anna Anderson, la falsa Gran Duquesa Anastasia.
Muchos de los mayores impostores simulaban ser una persona que no eran, y dada la época en la que vivían, era prácticamente improbable que se detectara el engaño.
La mayoría de los mentirosos antiguos falseaban su biografía, su estatus financiero, su formación, su estado civil e incluso su identidad de género. Muchas mujeres se disfrazaron de hombres para poder trabajar en oficios exclusivos para hombres y en algunos casos, para huir de las asfixiantes restricciones sociales que se les imponían.
Algunas se han convertido en celebridades y han quedado registradas, como es el caso de Catalina de Erauso, la Monja Alférez, aunque también hubo numerosos ejemplos de mujeres anónimas que participaron en las Guerras Napoleónicas o en la Guerra de Secesión de los Estados Unidos de Norteamérica.
Algunos de estos embusteros que pasaron a la historia han realizado falsos testimonios sobre su propio pasado para obtener prestigio y reconocimiento, como es el caso del “superviviente del Holocausto” Enric Marco y otras tantas supuestas víctimas de la Segunda Guerra Mundial, o de atentados, o catástrofes.
Otros charlatanes más contemporáneos mantuvieron cierta fachada durante algún tiempo para así poder engañar a sus víctimas, como hicieron los estafadores Wilhelm Voigt, Víctor Lustig o Cassie Chadwick; o la delirante Princesa Caraboo, “Ma” Baker en la vida real.
Uno de los mayores impostores de todos los tiempos fue Perkin Warbeck (1474-1499). Nacido en Tournai, Bélgica, afirmó ser Ricardo Shrewsbury, duque de York, heredero al trono de Inglaterra y uno de los dos famosos “Príncipes de la Torre”.
Fueron llamados así los hijos de Eduardo IV, que Ricardo Plantagenet más tarde coronado como Ricardo III, encerró en la Torre de Londres para poder hacerse con el poder.
Los niños desaparecieron sin dejar rastro y se cree que fueron asesinados. Wharbeck había irrumpido reclamando el trono inglés y hasta contó con un ejército de partidarios que consiguieron poner en jaque al rey Enrique VII, pero finalmente fue apresado y ejecutado.
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