Es más que un secreto a voces, es el tema de todos los chats. Algunos de los mexicanos más ricos del país pasan el día pidiendo y compartiendo información a sus amigos y conocidos sobre dónde se pueden vacunar contra el coronavirus en Estados Unidos. En su mayoría, son personas de población vulnerable, de 60 años para arriba, aunque no exclusivamente. En San Pedro Garza García, el municipio más rico de Latinoamérica, todos parecieran conocer a alguien que logró vacunarse en alguna ciudad de Texas o Florida.
Lo que ocurre aquí es una mezcla de desesperanza, urgencia y dinero. Esta ciudad de México, a 250 kilómetros de la frontera norte, es la sede y cuna de muchas de las más grandes empresas del país, como la tercera cementera más grande del mundo, Cemex y el conglomerado multinacional Alfa. Aquí son miles los que tienen los medios económicos para hacerse la prueba de la covid-19 requerida para volar al país vecino, pagar el pasaje, llegar a un hotel y rentar un coche en el que puedan hacer la fila en cualquier centro de vacunación que esté abierto. Y así lo están haciendo.
Uno de ellos es Mauricio Fernández, de 70 años de edad, exalcalde de San Pedro, exsenador del país y accionista de algunas de estas grandes empresas. Fernández compartió en sus redes sociales que logró vacunarse en Los Fresnos cuando viajaba con un grupo de amigos a una playa texana. A través de las páginas web de los condados y pueblos cercanos, se informaron de dónde se habían liberado vacunas. En algunos lugares requerían registrarse primero en línea, en otros ir en persona por un váucher con la siguiente fecha de vacunación y en otros, simplemente probar suerte haciendo fila fuera de los centros de vacunación.
“Simplemente te decían que los que estuvieran en la fila mayores de 65 años los iban a vacunar”, dice al teléfono desde San Pedro. Fernández presentó su pasaporte mexicano como identificación y fue vacunado. “Muy generoso que los americanos pueden incluir a todos los que estuvieran en la fila, indocumentados, mexicanos, lo que fuera, no lo estaban diciendo ‘este sí, este no’”.
El flujo de extranjeros vacunándose en Texas es tal que generó frustración entre los residentes que esperan su turno. El director general del sistema local de hospitales en Houston declaró a la televisora KPRC 2 que “si algunos han pasado desapercibidos, ese no es el mayor problema con el que estamos lidiando”. Los medios también cuestionaron al Gobernador Greg Abbott sobre el tema, quien respondió en un video mensaje a la cadena KRGV Chanel 5 diciendo solamente: “Las vacunas de Texas son para los residentes de Texas”.
San Pedro es un municipio muy cercano y muy conectado a Estados Unidos y a Texas en particular, explica el actual alcalde de San Pedro Miguel Treviño. “No solamente geográficamente conectado, sino también culturalmente y en lazos familiares y de amistades. Es un municipio donde, incluso hay un número importante de gente con nacionalidad americana o con residencia americana, entonces todos esos vínculos hacen parte de la comunidad se plantee la posibilidad de ponerse la vacuna en Texas, como de hecho ha sucedido ahora”, asegura Treviño.
Este es un lujo que pocos en el país pueden darse. En San Pedro, el producto interno bruto (PIB) per cápita es de 50.935 dólares y, de acuerdo con la firma de riesgo financiero Fitch Ratings en un reporte publicado el año pasado, tiene el ingreso mayor en comparación con otras entidades en América Latina. Fue aquí en donde se reportaron unos de los primeros contagios en México. Sampetrinos que viajaron a Colorado para esquiar, regresaron infectados, razón por la cual el subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell dijo en junio que la enfermedad “fue importada a partir de grupos sociales de alta capacidad económica, financiera, de grupos sociales adinerados del país”.
La necesidad ha empujado a los sampetrinos a buscar la vacuna en EE UU, dice Fernández. El plan de vacunación del Gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador avanza con lentitud devino a cortes de suministro de la farmacéutica Pfizer y, además, ha sido criticado por la falta de transparencia en torno a quienes han sido vacunados primero. López Obrador dijo que los “siervos de la nación”, un grupo de 30.000 personas que promueven los programas sociales del Gobierno, deben ser entre los primeros en vacunarse ya que participarán en la campaña de inmunización en los lugares más remotos del país, una decisión que causó polémica.
Esta semana, el Gobierno lanzó una página web para que los mayores de 65 años se registraran para recibir la vacuna, a pesar de no contar todavía con las vacunas en el país, pero la página presentó muchos problemas de acceso. “Yo lo que estoy viendo es que aquí les vale madre, no hay nadie con las pilas puestas para resolver el problema ni local, ni nacional”, dice Fernández, quien buscará reelegirse como alcalde este año.
Treviño, por su parte, dice que entre los sampetrinos “hay un poco de desesperanza con respecto a la falta de organización y de celeridad que ven por parte del Gobierno federal. Eso es algo que por un lado entendemos, pero que a nosotros como municipio nos toca coordinarnos, sobre todo reconociendo que las autoridades en materia salud son la Federación y y el Estado”.
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