La UNESCO cree que las colecciones de los museos dañados por la explosión el 4 de agosto de 2.750 toneladas de nitrato de amonio, almacenados en el puerto de Beirut, “se enfrentan a riesgos como el saqueo de bienes culturales”, tal y como asegura la organización a EL PAÍS. “El peligro más inminente es el robo, ya que los edificios no tienen fachada y existe un gran riesgo sobre la colección”, apunta a este periódico Joe Kreidi, oficial superior de programas de cultura en la UNESCO. Los museos, añaden fuentes del organismo internacional, necesitan apoyo urgente para identificar instalaciones de almacenamiento temporal de las piezas de las colecciones, así como para el rescate de los edificios a largo plazo. Es una parte del Plan de Acción Internacional para la recuperación y reconstrucción del patrimonio cultural de Beirut, que lidera la UNESCO y en el que participan sus socios en el Líbano y en el extranjero. España no ha colaborado en ninguna de estas reuniones, tal y como informan desde el organismo internacional que pertenece a la ONU.
El operativo actuará de manera urgente para salvaguardar el tejido del casco histórico y los sitios patrimoniales de la ciudad. También ayudará a los profesionales de la cultura y la economía creativa. Y, por último, planteará iniciativas a largo plazo para apoyar el desarrollo urbano sostenible en la recuperación de la ciudad. De hecho, otra de las amenazas señaladas es la especulación inmobiliaria sobre los solares de los edificios históricos al borde del colapso. “Los promotores inmobiliarios ya se están moviendo para comprar propiedades patrimoniales dañadas. Existe un riesgo real de que los antiguos residentes de los barrios más afectados puedan ser desplazados y, además, que una parte clave del casco histórico de Beirut se pierda”, indican desde la UNESCO. Estiman la restauración de los edificios históricos en 300 millones de dólares (unos 250 millones de euros) de los 15.000 millones de dólares del daño total (12.550 millones de euros).
Los promotores inmobiliarios ya se están moviendo para comprar propiedades patrimoniales dañadas
UNESCO
El 10 de agosto, seis días después de la explosión que acabó con la vida de 180 personas e hirió a más de 6.000, los daños sobre el patrimonio fueron dados a conocer por la Dirección General de Antigüedades del Líbano en una reunión online con las principales organizaciones culturales y expertos del país y el extranjero. Las autoridades informaron de que al menos 8.000 edificios han sido dañados, muchos concentrados en los distritos antiguos de Gemmayzeh y Mar-Mikhaël. Entre ellos hay 640 edificios históricos afectados, de los cuales 60 corren el riesgo de derrumbe. En esta reunión también se subrayó el impacto de la deflagración en las principales instituciones museográficas, como el Museo Nacional de Beirut, el Museo Sursock y el Museo Arqueológico de la Universidad Americana de Beirut.
Un milagro
Suzy Hakimian, presidenta de la delegación libanesa del Consejo Internacional de Museos (ICOM), está ahora trabajando sobre el terreno, en la recuperación de las estructuras más dañadas, e indica que el peor es el Museo Sursock. “Tiene daños en la colección. El resto de centros sufre perjuicios estructurales, pero afortunadamente sus colecciones están a salvo”, dice. A los señalados por la UNESCO, Hakimian añade el Museo de Prehistoria Libanés, el de las Maravillas del Mar, el Museo de Geología de la Universidad Americana y el MIM museo, del que ella es directora. La mayoría de ellos son privados.
Una de las vitrinas del Museo Arqueológico, que contenía objetos de vidrio, ha caído de la pared contra el suelo. “El riesgo de que estos objetos se pierdan es muy alto. El resto de las colecciones de otros museos se han salvado milagrosamente. Más adelante los restauradores deberán revisar todas las piezas, porque la explosión ha dejado una capa de escombros y polvo en todas las obras de arte”, asegura Elsa Urtizberea, Coordinadora de Protección de Patrimonio del ICOM, que trabaja en la zona cero desde hace una semana. El personal de los museos y los voluntarios ya han despejado los materiales derruidos que han podido, para garantizar la conservación de “colecciones de calidad y valor incalculable”.
Lo primero es garantizar la seguridad de los museos y de sus obras
Elsa Urtizberea, del ICOM
Esta organización internacional también trabaja en un plan de acción con las autoridades libanesas para ayudar en la emergencia inicial hasta la rehabilitación de los edificios. “Lo primero es garantizar la seguridad de los museos y de sus obras. Estas instituciones se han movilizado con urgencia para asegurarla. El personal ha establecido turnos de vigilancia de 24 horas, lo cual es extremadamente importante”, señala Urtizberea. Ahora el reemplazo de las ventanas y puertas es urgente para soportar la presión ante posibles robos. Y en unos meses llegarán las lluvias. El mayor peligro está en los techos y en las paredes afectadas: “Tenemos que reforzar estos elementos lo antes posible. Además, al haberse dañado los circuitos eléctricos existe el riesgo de que las frágiles obras de arte resulten dañadas por una humedad muy alta”, apunta Urtizverea.
Recaudar en crisis
Por si fuera poco, el patrimonio libanés tendrá que hallar los recursos financieros para reconstruir sus edificios y monumentos en medio de una profunda crisis. Desde ICOM cuentan que pondrán en marcha una campaña de recaudación de fondos. De momento no puede determinar la cantidad mínima a recaudar, porque espera las estimaciones de cada centro. “Solo para los museos se necesitarán varios millones de dólares”, indica la coordinadora de protección de oatrimonio .
El ICOM ya ha recibido propuestas de apoyo financiero de varios de los museos más importantes del mundo y la ayuda de recaudación de fondos de ALIPH, fundación dedicada a la conservación del patrimonio. Esta organización ha publicado una carta de apoyo a las bibliotecas, museos y edificios históricos dañados, respaldada por instituciones internacionales como el Louvre, la UNESCO, World Monuments Fund, Europa Nostra. Se comprometen “a hacer todo lo posible por contribuir a la recuperación completa del patrimonio”. Entre las casi 30 instituciones firmantes, ninguna española.
Líbano ha declarado un mes de estado de emergencia en Beirut y “las necesidades humanitarias son lo primero”, indican desde la UNESCO. Sin embargo, indican que la cultura, “incluido el patrimonio tangible e intangible, sea una parte esencial de la reconstrucción de Beirut, porque se garantizará que las personas, sus necesidades, valores y prioridades serán fundamentales en el proceso de reconstrucción y recuperación”.
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