Tatuarse es ya, más allá de subrayar la propia identidad o inmortalizar momentos, todo un acto de amor. O desamor. Y si no que se lo digan a Jota Peleteiro (31). El ex futbolista español se tatúo durante su romance con Jessica Bueno (32), el rostro de la modelo sevillana en el pecho. Una imagen que, cuatro meses después de hacerse pública su ruptura, tras diez años de relación y dos hijos en común, ha querido eliminar de forma tajante.
Lejos de recurrir a la técnica láser, Jota ha mostrado hace escasos días que, allí donde tenía tatuada a su ex pareja, hay ahora el rostro de un gorila. Un nuevo tatuaje cuyo significado no ha trascendido por el momento.
Pero Jota Peleteiro no ha sido el único. Otras celebridades de nuestro país y lejos de nuestras fronteras han terminado por borrar lo que un día se hicieron por amor. Sin ir más lejos, recientemente, Laura Escanes (27) recurrió a la tecnología láser más recomendada para eliminar tatuajes, para eliminar cualquier vínculo con Risto Mejide (48) de su cuerpo. Pues cabe recordar que a lo largo de los siete años de relación entre la influencer y el presentador, ambos se hicieron varios tatuajes.
En concreto, Laura se hizo tres tatuajes que hacían referencia a su ex marido: su firma en el trasero -que ya estaría muy cerca de borrar-, la palabra mía en uno de sus brazos en referencia a un artículo que Risto escribió al comienzo de su relación, y las coordenadas de un lugar específico de Menorca donde ambos veraneaban cada año.
En la misma tesitura se vio Melannie Griffith (65) cuando quiso eliminar a Antonio Banderas (62) de su vida -y de su piel-. La actriz Lolita o Working Girl sorprendió a todo su séquito de seguidores cuando, dos años después de anunciar su ruptura con el malagueño, decidió borrar el tatuaje en forma de corazón con el nombre de Antonio Banderas en medio que había plasmado en su piel.
Dos días después de anunciar su separación del actor, Melanie utilizó maquillaje para ocultar parcialmente el nombre de Antonio, aunque todavía se seguía viendo el diseño. «De forma meditada y consensuada, hemos decidido finalizar nuestros casi veinte años de matrimonio de una manera amorosa y amistosa, honrando y respetando a los demás, nuestra familia y amigos, y al tiempo precioso que hemos pasado juntos», rezaba el comunicado emitido por la entonces pareja para comunicar el fin de su relación.
Ariana Grande (29), por su parte, se tatuó la matricula del coche del padre de Pete Davidson (29) durante su relación con el comediante, actor, escritor y productor estadounidense, así como sus iniciales en un dedo. Dos tatuajes de los que se arrepintió cuando ambos rompieron su relación. La intérprete de Side to Side o Into You cambió entonces la matrícula del vehículo por el nombre del perro de su ex, Mac Miller, que falleció por una sobredosis en el año 2018; y la P y la D por un corazón negro.
A la cantante y compositora se suman también nombres como Johnny Depp (59), Eva Longoria, que tenía varios tatuajes en honor a su exmarido, el jugador de baloncesto Tony Parker (40), Marc Anthony (54) o Angelina Jolie (47) que, antes de iniciar su relación con Brad Pitt (59) estuvo casada con el actor Billy Bob Thornton (67), cuyo nombre se tatuó en el brazo junto a la silueta de un dragón. Tras el divorcio, Angelina borró el tatuaje con láser y lo cubrió con las coordenadas de nacimiento de sus hijos adoptivos.
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