Los países bálticos (Lituania, Letonia y Estonia) y Polonia creen que la inestabilidad en la región Este de Europa por la invasión de Rusia de Ucrania exige cambios en la política de defensa de la OTAN. En una reunión celebrada este viernes en Riga, los ministros de Exteriores de los cuatro países conversaron sobre la necesidad de “fortalecer y ampliar la presencia permanente de la fuerza de la OTAN en el flanco oriental de la Alianza”, según un comunicado del ministerio letón. Los jefes de la diplomacia de la región pedirán este refuerzo en la cumbre que se celebrará en Madrid el próximo junio. El vecino por el que se sienten amenazados, Rusia, puede ver a su vez el movimiento como una amenaza a su seguridad.
En una comparecencia ante la prensa del ministro Edgars Rinkēvičs, junto a sus homólogos, el letón afirmó: “Los cambios en la actual situación de seguridad en nuestra región requieren un cambio en la política de disuasión y defensa de la OTAN”. “Queremos una presencia permanente de la OTAN en los Estados bálticos y Polonia para poder resistir cualquier amenaza de Rusia y Bielorrusia y proteger cada centímetro de nuestro territorio”, añadió.
Antes de la anexión ilegal rusa de Crimea en 2014, la OTAN asegura que no tenía intención de desplegar tropas en el flanco este de la Alianza. En la cumbre de Varsovia de 2016, la organización decidió, sin embargo, reforzar su presencia y en 2017 creó cuatro grupos de batalla en los países bálticos y Polonia. Para no contravenir los acuerdos con Rusia, los países miembros de la OTAN buscaron una fórmula para que la presencia no fuese permanente, sino de carácter rotatorio.
La petición que los países bálticos y Polonia tienen previsto formular en junio, que recuerda a la que ya emitieron en 2015, llega en un momento de alta tensión en las relaciones entre Moscú y la Alianza. Rusia ha amenazado incluso con desplegar armas nucleares cerca del Báltico si Suecia y Finlandia se unen a la OTAN.
El ministro de Defensa letón, Artis Pabriks, anunció recientemente que están buscando un lugar que pueda ser la sede de una segunda base militar internacional para expandir la presencia de la OTAN en caso de que esta sea aprobada. Actualmente, hay un batallón especial de la OTAN de 1.500 soldados, recientemente reforzado con 750 soldados daneses, en la base militar más grande de Letonia, al norte de Riga.
Rinkēvičs, junto a sus homólogos Eva-Maria Liimets, de Estonia; Gabrielius Landsbergis, de Lituania, y Zbigniew Rau, de Polonia, también debatieron esta mañana sobre cómo ayudar a Ucrania y coincidieron en la necesidad de seguir enviando armamento. También opinaron que el régimen de sanciones contra Rusia también debe reforzarse con más medidas restrictivas en el sector energético. En este ámbito, volvieron a mostrar su determinación para seguir cooperando para lograr la independencia de las fuentes de energía rusa.
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