Los penaltis reviven al Madrid



PreviaDirectoCrónica

El Real Madrid sobrevivió a una mala tarde en Vigo y se llevó un triunfo que no acabó de merecer del todo ante un rival que por momentos le encontró las cosquillas. La resolución fue abrupta y alimenta la polémica tras un partido con tres penaltis señalados en contra del equipo local, al que además se le anuló un gol a instancias del videoarbitraje, ese que ahora ya apenas entra en lo que sucede en las áreas. Si el error no es grosero manda el árbitro que está sobre el campo. La cuestión es discernir el valor de la grosería. Y mientras tanto la Liga acaba con unos modos y maneras arbitrales diferentes a los que estaban implantados cuando se inició. No es que la normativa sea diferente, pero como si lo pareciese. Esta vez es el Celta de Vigo el que se queja, pero la repercusión en el debate futbolero es mayor que una pataleta más de un equipo de media tabla. En Sevilla y Barcelona también hay lamentos. Aguardaban un tropiezo para alimentar sus anhelos de engancharse a la Liga.

1

Matías Dituro, Kevin Vázquez, Joseph Aidoo, Javi Galán, Murillo, Fran Beltrán (Renato Tapia, min. 71), Nolito (Santi Mina, min. 71), Denis Suárez, Brais (Orbelín Pineda, min. 80), Aspas y Thiago Galhardo (Franco Cervi, min. 59)

2

Courtois, Eder Militao (Nacho, min. 84), Alaba, Lucas Vázquez (Dani Carvajal, min. 60), Ferland Mendy, Modric (Federico Valverde, min. 73), Kroos (Dani Ceballos, min. 84), Casemiro, Marco Asensio (Rodrygo, min. 60), Vinicius Junior y Benzema

Goles 0-1 min. 18: Benzema. 1-1 min. 51: Nolito. 1-2 min. 69: Benzema.

Árbitro Pablo González Fuertes

Tarjetas amarillas Javi Galán (min. 35), Thiago Galhardo (min. 39) y Murillo (min. 56)

Fue un partido bien jugado, grato de presenciar como podía aguardarse desde la pizarra. En ella estaban Mendy y Benzema, dos aportaciones trascendentes para el Madrid. A rebufo de su delantero, el líder hizo camino porque operó de nueve, advirtió de sus galones de pichichi al poco de iniciarse el partido con un testarazo que se fue al lateral de la red y transformó con hielo en las venas el penalti que adelantó a su equipo, pero sobre todo se convirtió en indetectable cuando trabajó como diez. Benzema fue el regista del Madrid en el amanecer de un partido que encadenó golpes en una y otra portería, un bello espectáculo futbolístico.

El Madrid marcó apenas pasado el cuarto de hora. Para entonces el Celta se sentía cómodo, pero penó por una acción en la que no estaba amenazado y en la que Nolito derribó en el área local a Eder Militão, que no parecía una amenaza. Fue un penalti de delantero, una imprudencia. A Benzema no le temblaron las piernas ante Dituro, un acreditado parapenaltis que se venció hacia su derecha y vio entrar la pelota rasa y por el centro de la meta, tras un excelente engaño del lanzador.

El Celta tenía argumentos para levantarse y los encontró en el ataque posicional, donde buscó superioridades con Brais y Nolito de interiores en posiciones muy adelantadas. Halló la manera de juntar pases por dentro y por el camino le llegaron varias opciones a balón parado desde la frontal para propiciar un duelo de altura: Iago Aspas frente a Courtois, una zurda mágica contra una manopla de lujo que sacó un intento teledirigido a la escuadra. Quiso el Celta, que mezcló bien el juego, voraz al recuperar y dispararse en ataque, paciente para mover al rival. Y la mecha suele prender si abunda dinamita. El Celta la encontró con un centro de Nolito que remató Galhardo al palo. La pelota se paseó por la línea de gol y se coló ante la mirada de Aspas y Alaba. Balaídos gritó el gol, Galhardo lo festejó, se quitó la camiseta y se ganó la amonestación antes de que el VAR, ahí sí, mandase parar. Aspas había partido desde el fuera de juego para acompañar la acción y los árbitros entendieron que interfirió en el intento de Alaba de llegar a la pelota.

Fue un anticlímax celeste, pero el Madrid, errático con balón si no encontraba a Benzema, palideció. El descanso no rebajó la presión de la grada, azuzada con alguna elección musical con mensaje. Escándalo, cantó la gente, con Raphael de fondo y la sensación de que el arbitraje dañaba a su equipo. El Celta volvió al campo como un avión, desatado, ambicioso, con buen pie, como el de Javi Galán, que con dos centros montó dos incendios. En el primero empató Nolito, en el segundo casi anota Galhardo.

El Madrid estaba tocado, pero no precisó fútbol para alzarse. Sí un par de penaltis, que acabaron de desquiciar al celtismo. El primero exhibió a Modric, que con un taconazo abrió la defensa celeste antes de que Rodrygo, recién entrado al campo, cayese ante Murillo, que no pareció hacer mucho por derribarle. “Nos dijeron que los penaltitos no los iban a pitar”, había lamentado Ancelotti, de baja en Balaídos por covid, a finales del pasado mes de noviembre.

Con todo, Dituro volvió a elegir su diestra y ahí encontró el lanzamiento de Benzema. Apenas hubo tiempo ni acciones para calibrar las consecuencias del episodio: cuatro minutos después Mendy se fue al suelo en un balón dividido al que acudió Kevin Vázquez, que pareció retirar la pierna en última instancia. Pero el árbitro regresó al punto fatídico y el VAR ya no entra en discusiones. Benzema repitió localización, pero Dituro cambió de idea y el Madrid volvió a mandar en el marcador con 20 minutos por jugar. El barullo y la entrada de los refrescos pararon unos instantes al Celta, antes de un último asedio en el que el líder sufrió para alzar los brazos victorioso. Lo hizo además, sin sufrir amonestaciones: Militão, Mendy, Casemiro y Modric podrán alinearse la próxima jornada.

Puedes seguir a EL PAÍS DEPORTES en Facebook y Twitter, o apuntarte aquí para recibir nuestra newsletter semanal.




Source link