La actriz norteamericana Hollis Jane Andrews ha levantado muchos comentarios en redes sociales con la publicación de una oferta de trabajo que rechazó en el año 2013 cuando se postuló para ser niñera de dos niños de una familia. Hasta aquí todo normal, salvo porque la lista de tareas que la familia le especificó que debía pasar, era poco más que imposible de cumplir en las 24 horas del día.
In 2013, I interviewed with an (unbeknownst to me at the time) Scientologist family to be their nanny. They gave this absolutely BONKERS list of responsibilities and now I give it to all of you. pic.twitter.com/le0rhiBrcg
— Hollis Jane Andrews (@hollis_jane) May 7, 2021
La joven actriz quiso compaginar sus estudios de interpretación con un trabajo, y se encontró con esta oferta. Pero lo que parecía un trabajo simple de cuidado de menores, se encontró con un trabajo que poco más la obligaba a estar preparada para un Olimpiada y saber limpiar, ordenar y tratar que los niños estuvieran felices todo el tiempo.
«En 2013, me entrevistaron para ser la niñera de una familia de la Cienciología. Me dieron esta lista de responsabilidades totalmente loca, que ahora comparto con todos vosotros» reza el tweet que lanzó Holy Jane con la lista de tareas que tenía que hacer como niñera.
Siempre felices
De entre las tareas, más allá de ayudar a los niños com los deberes, darles de comer o vestirlos, destacan cosas como que los niños «no lloren para no preocupar al resto de la casa», o que los niños deben jugar y divertirse «y sus padres deben oírlos».
Además, en esta lista de tareas publicada en redes sociales, se prohibían todo tipo de aparatos tecnológicos, y especialmente la prohibición de películas.
Por otro lado los horarios se estipulaban de manera que la niñera no tuviera ni un segundo para respirar. Desde por la mañana los niños debían comer huevos y bacon de pavo, y después, comenzaría la acción para la niñera. Su misión, todos los días, es que lo niños debían hacer deporte, pero mucho deporte.
La familia insistía en su propuesta, «hazles correr, tírales piedras y corre con ellos. Nunca dejes de correr», así que la niñera debía tener una preparación física más que aceptable para el puesto. El descanso nunca llega porque después tendrían media hora de piscina donde la niñera debía encargarse de que «nunca paren de nadar» y batidos de proteínas preparados a conciencia para comer.
Ni un segundo libre
Pero la lista no terminaba aquí. Cuando los niños descansaran, la niñera comenzaría la otra parte del trabajo. Mientras los niños dormían debía planchar, aspirar, hacer la colada, hacer las habitaciones y limpiar toda la casa. Con esto «conseguiremos un hogar feliz» apuntaban la familia en sus requisitos de trabajo.
La familia insistía en su oferta que con todo esto sería la «niñera mágica» y apuntaba en que era necesario que la contratada estuviera en buena forma.