Ícono del sitio La Neta Neta

Los ricos latinoamericanos se pelean por los pisos más exclusivos de la Milla de Oro de Madrid


Una nueva oleada de fortunas latinoamericanas desembarcará a lo largo del año en el exclusivo distrito de Salamanca de Madrid para comprar viviendas que no bajan de un millón de euros y que pueden alcanzar los 7,5 millones que cuesta un ático en la calle de Recoletos, número 8. O los 9,1 millones del ático que se vende en General Oráa, 9.

Seguirán la misma hoja de ruta que las grandes fortunas venezolanas hace siete u ocho años, cuando colonizaron y transformaron la distinguida y carísima Milla de Oro madrileña, desencadenando un claro efecto llamada en la zona. “Los grupos de restauración más conocidos siguen abriendo nuevos restaurantes y las mejores firmas de moda se pelean por alquilar los mejores locales de la zona”, dice Ignacio Calzada, director de la oficina de la inmobiliaria Promora en Madrid Centro. También han sido la razón de que aquí se vendan algunas de las viviendas más caras de España.

Los consultores inmobiliarios esperan que el fenómeno latino se repita en intensidad, pero esta vez capitaneado por el comprador mexicano con alto poder adquisitivo. Aunque colombianos, peruanos y venezolanos seguirán siendo grandes clientes. Su motivación principal es la situación de inestabilidad política en su país y el miedo financiero de muchas familias, que prefieren tener su capital fuera de México. También “por el actual escenario de bajos tipos de interés y la previsión de recuperación de España”, añade Carlos Zamora, socio y director de residencial de Knight Frank. Además, Madrid es muy competitiva frente a otras capitales de Europa en el residencial de lujo.

No quitan ojo, aunque sea a distancia, a las posibles oportunidades que se puedan presentar. “Están pendientes de poder viajar a España cuando la situación sanitaria lo permita”, comienza Calzada. “Aun así, en los últimos meses hemos cerrado varias operaciones por videoconferencia. Estar cerca del parque del Retiro, rodeado de las tiendas de moda más lujosas y exclusivas de la capital, joyerías, peluquerías y de los bancos más importantes hacen que este barrio sea tan atractivo y demandado por este inversor”, argumenta Calzada. Mercedes Pulido, directora de ventas de Lucas Fox Madrid señala que mientras no puedan desplazarse, “compran a través de abogados a los que habían dejado poderes y personas de confianza en España”. De hecho, completa Luis Valdés, director de Residential Sales Advisory de Colliers, “el inversor latinoamericano copa más del 70% de las ventas de obra nueva en el distrito de Salamanca”.

Es la avanzadilla. Según se vaya disipando la incertidumbre y la vacunación vaya ganando terreno al coronavirus, “la actividad inversora va a tener un gran protagonismo”, opina Zamora. “Existe mayor liquidez que en 2008, por lo que se prevé que la inversión en esta nueva etapa pueda llegar a ser mayor, si bien muchos inversores están a la espera de ver cómo evolucionan los precios durante el segundo semestre de 2021”. De momento, la Milla de Oro, que cuenta con el valor medio más alto de la capital (unos 9.000 euros el metro cuadrado), apenas registró una bajada del 1% en 2020, según ­Knight Frank. El ajuste está siendo más acusado en segunda mano.

Pisos rehabilitados en edificios señoriales, con dimensiones generosas —a partir de 150 metros cuadrados— y la máxima calidad son sus preferencias, si bien la escasez de producto ha desplazado parte de la demanda hacia Chamberí, con bastante más oferta y precios más asequibles. “Hay más de 30 proyectos de rehabilitación en Chamberí a precios de entre 7.000 y 9.000 euros el metro cuadrado”, dice Samuel Población, director nacional de Residencial y Suelo de CBRE España.

Inversión millonaria

Detrás de los cientos de pisos que los latinoamericanos han adquirido en los últimos años hay mucho fondo de inversión o family office (empresas privadas que gestionan el patrimonio familiar) con capital latinoamericano, sobre todo venezolano. Es el caso de Lemon Prime, Grupo Impar o Gran Roque, la empresa de la familia Capriles con nueve proyectos de superlujo en Madrid. Las grandes operaciones latinoamericanas en el distrito de Salamanca comenzaron a partir de 2013. Aprovecharon para comprar numerosos edificios de uso residencial a precios muy interesantes para su posterior rehabilitación. “Su inversión óptima es intentar comprar en 5.000 euros por metro cuadrado y vender en 10.000 euros”, dice Mercedes Pulido. Y, en ocasiones, en 12.000 euros.

Más de 500 millones de euros invirtieron en la compra y rehabilitación de edificios residenciales en los últimos siete años en los distritos de Salamanca y Chamberí, calcula Samuel Población. “Decidieron cambiar las compras en Miami y venir a Madrid. Hay grupos que han llegado a invertir 120 millones de euros en varios edificios”, apunta Pulido. Fueron los impulsores de los nuevos desarrollos inmobiliarios de lujo. Esta lluvia de millones contribuyó al alza de los precios en la zona. Miguel Ángel Fernández, director de ventas en Salamanca de Engel & Völkers, lo recuerda.“De 2015 a 2018, la repercusión por metro cuadrado subió entre un 20% y un 30%, de 6.000 a 10.000 euros. El latinoamericano compraba todo al precio al que estuviera”.

El capital mexicano protagoniza ahora las operaciones de compra de edificios más sonadas. El fondo participado por capital mexicano Terralpa se ha hecho con Marqués de Salamanca, 11. Tiene otros tres proyectos en Chamberí. También están posicionados, y no solo en residencial, Lasuto, la familia Díaz Estrada y Abilia, uno de los promotores más grandes de México. Al frente de Abilia está María Asunción Aramburuzabala, la mujer más rica de México según el listado de Forbes en 2019, que el pasado año, en plena pandemia, compró un edificio en Claudio Coello, 11, en el distrito de Salamanca, a un grupo de inversores entre los que se incluía la sociedad Lemon Prime, controlada por los hermanos venezolanos Manuel y Federico González Weil. Ya están a la venta las 11 viviendas de lujo. Los pisos de dos dormitorios parten de 1,95 millones de euros. La joya, el ático, cuesta 2,79 millones. Hay vendidas cuatro viviendas, según recoge su web.

Algunos de los fondos con capital latinoamericano, sobre todo venezolano, que empezaron a invertir al final de la crisis financiera decidieron poner algunos de sus activos a la venta en 2019 y no desarrollarlos, señala Luis Valdés. “Trataron de liquidar los proyectos menos rentables antes de la pandemia ante un previsible cambio de ciclo del mercado que ya venía revalorizándose mucho en años previos, más de un 10% en 2018”, explica Carlos Zamora. Lo hicieron vendiendo el edificio con la licencia de obra y el proyecto aprobado.

Algunos siguen desinvirtiendo, aunque al mismo tiempo “están analizando otras opciones de inversión”, dice Población. Pulido añade: “Unas se están reservando para la venta y otras están convirtiéndose en producto residencial para alquilar”.


Source link
Salir de la versión móvil